El Palacio los Serrano de la Fundación Caja de Ávila inauguró ayer una exposición singular y muy atractiva, incluso podría afirmarse que histórica sin temor a exagerar, por el privilegio que supone tener entre sus protagonistas a doce de los mejores pintores españoles de las últimas décadas, con el maestro internacional Antonio López a la cabeza. Una muestra que al tiempo que es de referencia nacional es también muy abulense, ya que todos esos destacados creadores han sido reunidos en esta cita por el motivo de haber sido profesores de la Cátedra Francisco de Goya que cada verano desde el año 2006 se celebra en nuestra capital.
El protagonismo de la exposición lo comparten generosa y gustosamente esa docena de grandes nombres del arte español –Antonio López, Julio López, María Moreno, Paco López, Isabel Quintanilla, Clara Gangutia, Carmen Laffón, José María Mezquita, José Hernández, Fernando Bellver, Ouka Leele y Guillermo Pérez Villalta– con 21 de los muchos alumnos que han pasado por la Cátedra a lo largo de su trayectoria, grupo seleccionado en atención a la calidad de los pintores en el que se cuenta la presencia de los abulenses Eduardo Palacios y Luis Miguel Serrano.
En la inauguración de la muestra estuvieron presentes, aparte de la mayoría de los alumnos, la mitad de los maestros, que hicieron el esfuerzo y vivieron «la satisfacción» de volver a Ávila para ver una obra que, como bien dijo Antonio López «la hemos construido juntos, poniendo cada uno lo mejor de lo que tiene con mucha generosidad».
Junto a Antonio López estuvieron en el acto de inauguración su esposa, María Moreno, Isabel Quintanilla, Clara Gangutia, Paco López y Julio López, ejerciendo éste a modo de portavoz de los ‘docentes’ para dar las gracias a todos los que han hecho posible la Cátedra y para resaltar lo mucho que significa una muestra que «supone la unión de dos espíritus diferentes pero que se asemejan mucho, los de la juventud y la vejez, ya que cada uno recibe mucho del otro, y a nosotros la juventud nos anima, nos ilusiona y nos aligera la sangre de pesadez y de caducidad». A lo mejor, acabó Julio López con humor, «sacamos todos alguna enseñanza útil de esto».
Antonio López, que comentó que mejor que de vejez era hablar «de dos generaciones muy generosas en espacio temporal», manifestó la satisfacción que la había producido la noticia dada por el presidente de la Fundación Caja de Ávila, Pablo Luis Gómez, cuando garantizó la continuidad de la Cátedra, un futuro abierto que «me parece una noticia preciosa porque estos talleres significan mucho para el arte, son una bocanada de aire limpio en el que todos trabajamos con mucha generosidad, también los alumnos, porque vienen aquí a escucharnos aunque en el arte no sabemos dónde está la verdad».
La exposición, que bien merece la pena una y muchas visitas sin concesiones a la prisa, puede visitarse en Los Serrano hasta el 13 de septiembre, que será el día en el que se clausure la IX edición de la Cátedra Francisco de Goya.