La ciudad de Ávila, a través de autoridades municipales y de un buen número de abulenses que se encontraban presentes, tributó ayer un cálido reconocimiento público a los habitantes de su aljama judía, a través de un acto que se llevó a cabo en el cementerio judío de Ávila y al que asistieron un número importante de integrantes de las comunidades judías de España. Éste era el acto central de la celebración del Día Europeo de la Cultura Judía en Ávila con el que culminaba una semana en la que se han venido celebrando distintos actos de reconocimiento hacia la comunidad sefardí abulense.
Por este motivo se encontraban ayer en Ávila el presidente de la Federación de Comunidades Judías de España, Isaac Querub; el presidente de la Hebrá Kadisha de Madrid, David Levy o el presidente de la Comunidad Judía de Madrid, David Hatchwell. El acto contó con la presencia del rabino Abram Guizburg, del Comité for the Preservation o Jewish Cementerios in Europe, que se desplazó desde Londres para la ocasión y el rabino educador Yerahmiel Barylka. Ambos se encargaron de dirigir las oraciones pronunciadas por los judios enterrados en esta necrópolis, cuyo espacio el ayuntamiento de Ávila lo ha llamado el Jardín de Sefarad. Representando al Gobierno español también se encontraba en el acto como el subdirecor general de Relaciones con las Confesiones del Gobierno de España, Ricardo García; el presidente del centro Serrada-israel Miguel de Lucas y Fernando Arias, de la Fundación Pluralismo y Convivencia.
El mismo alcalde de la ciudad, Miguel Ángel García Nieto calificó de «acto de justicia» el que se desarrolló en la mañana de ayer; «un acto de justicia con muchas personas que pasaron por aquí que ayudaron a hacer la ciudad». El regidor reconoció que nunca antes se había organizado en la ciudad un reconocimiento público de esta comunidad en la ciudad . «Fue a la comunidad judía que aquí existió durante muchos siglos. Hoy recordamos a las personas que aquí dejaron su vida», a lo que añadió que «para nosotros es un honor poder sentirnos bien con nosotros mismos porque antepasados nuestros hoy se ven recompensados, reconfortados. Hoy tiene que estar contenta la ciudad por hacer un homenaje de gratitud y reconocimiento a esas personas que pasaron por aquí». García Nieto también agradeció a las comunidades judías su colaboración por el trabajo que han podido realizar en común y concluyó indicando que hoy «la ciudad es más ciudad porque una parte que nos faltaba en este momento está presente».
Los asistentes durante el rezo de una oración - Foto: Vanessa Garrido Isaac Querub reconocía que para la comunidad judía esta inauguración suponía «un orgullo». Destacó la importancia que tuvo la aljama de Ávila por su aportación religiosa, intelectual e histórica. Igualmente señaló que los judíos conversos abulenses fueron extremadamente importantes. «Tenemos el ejemplo de Teresa de Jesús o de Juan de la Cruz». Mostró asimismo su agradecimiento al alcalde de Ávila, al Ayuntamiento y a los abulenses «porque con actos como el de hoy se hacen justicia y reparan una injusticia de proporciones históricas como fue la expulsión de los judíos». Sobre Miguel Ángel García Nieto dijo que era «un hombre de talento, pero también con un talante muy especial y de apertura al otro». Defendió que con el acto de hoy la ciudad lo que ha hecho es «asumir su identidad». Y sostuvo que en esta ciudad medieval Ávila convivieron judíos, musulmanes y cristianos. «Por eso creo que hoy es un acto de reparación de un error, por lo que estamos enormemente agradecidos». A la vez animó a que el ejemplo del alcalde y del Ayuntamiento de Ávila debe de servir de guía para otros ayuntamientos, «particularmente para los de la Red de Juderías, pero también para los del resto de España».
Sobre el jardín de Sefarad indicó que «está hecho con inteligencia, con cariño» y dijo que era importante que guste a los abulenses, «pero aquí el símbolo es lo más importante». También reconoció que la forma en que se han reenterrado los restos encontrados, según la tradición judía, ha sido «extremadamente importante desde el punto de vista místico y religioso» y añadió que «por eso hoy nos acompaña el rabino Guinzburg, para dar mayor solemnidad al acto y estos enterramientos que han realizado de acuerdo con la tradición judía».
El acto cultural contó con las intervenciones del alcalde de la ciudad, del presidente del presidente de la Federación de Comunidades Cristianas de España y del presidente de la Hebrá Kadisha de Madrid, David Levy. Concluyó con la parte religiosa, con unas palabras en hebreo del Rabino Guinzburg, traducidas por el otro rabino, Barylka y continuó con el rezo de varias oraciones de difuntos, una de ellas de la tradición sefardí, como indicó Barylka. El acto religioso concluyó con una tradición judía, el depósito de piedras en el túmulo bajo el que reposan los restos reenterrados de los judíos abulenses. Dos niños Yavne y Elías fueron los primeros en depositarlas. El segundo es el pequeño abulense que fue quien localizó la necrópolis al encontrar uno de los huesos y mostrarlos a su padre, Policía Local, que denunció el hallazgo y a partir de ahí comenzó la investigación.
Más fotos:
Mencionar también que un equipo de RTVE del programa Shalom estuvo grabando el acto del Jardín de Sefarad y posteriormente por el lugar que ocupaba la aljama de Ávila, que emitirán en dos capítulos sucesivos dentro de varias semanas.