A sus 93 años, Francisco Martín sigue siendo el cura párroco del Barrio de la Estación de Las Navas del Marqués. Se ha convertido, por lo tanto, en el sacerdote en activo que ejerce las tareas de párroco más veterano de la provincia y, ante la presencia de Diario de Ávila en la casa parroquial, situada junto a la iglesia; afirma sin titubeos que «aquí seguiré hasta que Dios quiera». El pasado día 20 de octubre, este sacerdote cumplió 50 años en este mismo destino, todo un récord que afronta con alegría y una fortaleza inusual en una persona de tanta edad.
Se ordenó sacerdote «siendo ya mayor», nos cuenta, en marzo de 1960, hace 52 años. Su primer pueblo, en el que sustituyó a otro sacerdote, fue el Barraco y de ahí marchó a la Aliseda de Tormes, Angostura y Navamediana, donde desarrolló su actividad como párroco durante dos años. Finalmente, su destino fue el Barrio de la Estación de Las Navas del Marqués, «aunque yo pedí Peguerinos para estar más cerca de mi madre, que vivía en Madrid». Desde entonces no se ha movido de este lugar que conoce bien. Este podría ser un resumen muy escueto de la vida de este sacerdote que, siendo ya nonagenario, mantiene su actividad como párroco, «aunque este año ya no doy catequesis porque no hay niños». Una misa diaria y la atención a todos los vecinos del barrio, que ya son pocos, mantiene a este veterano párroco en constante movimiento y, aunque asegura que ya le cuesta andar y mantener una postura erguida, comprobamos con qué ligereza camina para enseñarnos la iglesia al detalle. Su estado físico es admirable, aunque recientemente, ha tenido que someterse a un cateterismo, por problemas con el corazón, operación de la que ha salido fortalecido», aunque tengo que tomarme muchas pastillas. La vista le falla un poco («las cataratas», afirma) por lo que es curioso observar cómo en el altar de su parroquia, junto a las escrituras tiene una gran lupa y una lámpara de flexo para ayudarse con las lecturas.
Es feliz en su día a día, que comienza a las ocho y media de la mañana, aunque, Francisco siente lástima porque «cuando yo vine aquí, éramos 600 vecinos entre el Barrio de la Estación y Ciudad Ducal, 14 familias ferroviarias, el Cuartel de la Guardia Civil, el matadero, la fábrica Unión Resinera...» y sin embargo, todo se ha ido cerrando o desapareciendo. «Ahora somos 91 vecinos en La Estación y en Ciudad Ducal, 45. Bien es verdad que esta población se incrementa considerablemente durante el verano y el cura párroco más longevo de Ávila afirma que «se me llena la iglesia los sábados y domingos durante el tiempo estival».
Francisco Martín es párroco del Barrio de la Estación de Las Navas del Marqués. - Foto: Antonio Bartolomé Vive solo en la Casa Parroquial, aunque junto a esta edificación, aledaña a la iglesia y que, incluso, cuenta con un acceso directo al templo; se levanta una vivienda en la que reside su sobrina, el marido de esta y sus hijos. Así que, Francisco afirma que «me tienen mimado y formamos una familia».
Durante muchos años, Francisco fue el profesor de Religión en la escuela de Las Navas del Marqués y también dio clases en Bachillerato. En los años 60, «dos furgonetas y el coche del cura eran todos los vehículos que se veían por aquí», afirma este hombre de hablar fácil, gran amabilidad y sorprendente lucidez.
Antes, recuerda, «la iglesia y la cantina eran los sitios en los que se reunía la gente»; lo dice con nostalgia mientras reconoce que ahora «vivimos una crisis de fe». Aún así, el pasado año bautizó a 33 niños «y en lo que llevamos de año, a 16». Recuerda también que este año ha celebrado una boda muy especial. El novio era irlandés y no hablaba español así que, un hermano del novio, también sacerdote concelebró con él en inglés, mientras Francisco dirigía la ceremonia en castellano.