Mauricio Melgar, sobrino nieto del reconocido teresianista Bernardino de Melgar y Álvarez de Abreu, marqués de Piedras Albas, que a su vez es marqués de La Regalía y también experto en Santa Teresa, se convirtió este sábado en el perfecto cicerone para los miembros de la Orden Militar de Caballería del Santo Sepulcro, que recorrieron junto a él los lugares teresianos, profundizando de su mano en la vida y obra de La Santa.
Los miembros de la orden, que acudieron a Ávila con motivo de la celebración del concierto inaugural del Nacimiento del V Centenario, asistieron en primer lugar a una pequeña charla en el Palacio de los Enaos, actual Parador Nacional donde, como destacó el marqués de la Regalía, se fraguó en 1906 todo el expediente que se envió a Roma para que Santa Teresa fuera nombrada Doctora de la Iglesia.
La plana mayor de la Orden, encabezada por el lugarteniente, el canciller y el fiscal asistió, entre otros miembros de la agrupación, a la charla de Mauricio Melgar, que les acompañó además a conocer muchos de los rincones teresianos de Ávila, como el convento de La Santa, los monasterios de Gracia y de La Encarnación, el convento de San José o los Cuatro Postes.
En sus palabras, Mauricio Melgar les descubrió algunos de los aspectos menos conocidos de la vida de Santa Teresa, como su estrecha vinculación el mundo de la tauromaquia - «hay dos o tres milagros suyos relacionados con el mundo del toro», aseguró- o su relación con la Inquisición, con la que llegó a estar procesada.