Llegó el primer punto de la temporada. Quizá no ha servido para cambiar las cosas en la clasificación, donde el Real Ávila sigue ocupando la penúltima posición, pero sí para mejorar las sensaciones del equipo ante una semana en la que una de las mejores noticias podría ser la recuperación de Chiqui para la causa. «A ver cómo transcurre la semana, pero si todo va bien espero poder estar en El Montecillo –domingo 23 de septiembre a las 17,30 horas– ante la Arandina» señalaba el propio Héctor Jimeno ‘Chiqui’ en un momento en el que el regreso del cerebro del equipo sería una de las mejores noticias para José Luis Diezma, que como en el caso del lesionado José María, nunca ha ocultado la importancia del exgranjeño en el juego del equipo. Y es que la salida y no renovación este verano de jugadores como Trujillo, Cabezudo o Piru ha dejado al equipo sin más organizador que el ‘8’ encarnado, que se ha perdido las últimas tres jornadas de la competición.
Después de casi un mes recuperándose de una lesión en los isquiotibiales, su vuelta a los terrenos de juego ya estuvo sobre la mesa el pasado fin de semana, «pero hubiera sido precipitado». Ahora es el propio Chiqui el que se ve con fuerzas para poder volver ante la Arandina de José ‘Chino’ Zapatera, un duro compromiso «que nunca sabes cuándo es mejor afrontarlo». Y es que el centrocampista tiene claro que «al final nos tenemos que enfrentar todos con todos, así que el hecho de que nos haya tocado en este inicio de temporada nunca si sabe si es mejor o peor».
Lo que tiene claro es que en situaciones como la actual es el momento de que «los que tenemos más experiencia saquemos los galones» señala ante una plantilla joven «a la que hay que hacer entender que esto es fútbol y que habrá momentos peores o mejores, y hay que aprender a pasar página para centrarse en el siguiente partido».
No es una tarea sencilla. «El ambiente en el vestuario es bueno, pero es cierto que estábamos todos con esa sensación de querer empezar a sumar ya». Ese punto tan deseado llegó ante la Leonesa y desde el vestuario diversas voces coinciden en esperar que el mismo sirva para coger fuerzas y empezar a ir hacia arriba. Eso sí, espera Chiqui que sea rápido «porque el tren al final se escapa». Aunque tiene claro que «con el margen de mejora que tenemos» –en el vestuario encarnado no se han visto inferiores a la Leonesa o Palencia– entiende que «es posible».