A pesar de que julio está a la vuelta de la esquina y apenas falta un mes para que comiencen a disfrutar de sus vacaciones de verano, los profesores españoles no están bien. O, al menos, así se desprende de un informe, que desgrana que algo más de la mitad de los docentes de Educación Infantil, Primaria y Secundaria sufre estrés.

El estudio, elaborado por la editorial SM, apunta a que el 57,6 por ciento de los maestros padece ansiedad y, además, el 72,7 por ciento de ellos echa en falta un mayor reconocimiento social que, para las tres cuartas partes de ellos, antes sí existía.

Sin embargo, y a pesar de que el 85,2 por ciento cree que «cada vez hay que sortear más obstáculos» para desempeñar su profesión, el 88,4 por ciento declara sentirse «ilusionado» por el ejercicio docente, aunque afirman estar preocupados por la reforma en este sector que plantea el Gobierno (en un 85,3 por ciento de los casos). 

El documento pretende ser un «altavoz de los profesores» así como recoger sus necesidades y «contribuir a darles relevancia social», según indicaron ayer sus impulsores. En el texto, lamentan el papel de la Administración en el ámbito de la Educación (más de la mitad de ellos, el 64,7 por ciento, cree que dificulta el trabajo de los maestros) y la «baja retribución» que reciben por su labor, según asegura el 78,9 por ciento de los encuestados. 

Por otra parte, el informe muestra el grado de implicación de este colectivo en la mejora de la enseñanza. Según los resultados del estudio, el 82,4 por ciento de los maestros toma parte en actividades relacionadas con su propia formación y más del 80 por ciento realiza actividades complementarias para «enriquecer» sus clases. Además, el 86,5 por ciento declara que desearía participar en iniciativas que ayuden a mejorar la Educación. 

En relación a la implantación de las nuevas tecnologías en las clases, la mayoría de los docentes (81,7 por ciento) tiene una percepción positiva de las ventajas que puede suponer el uso de la TIC en el sector y el 72,4 por ciento afirma haber intentado implantar «nuevos sistemas de enseñanza» en las aulas. Sin embargo, solamente el 68,7 por ciento de los profesores recibe el apoyo de la dirección del centros educativo en esta labor. 

 

Menos plazas. Por otro lado, la consejera de Enseñanza de la Generalitat catalana, Irene Rigau, anunció que reducirá las plazas de la carrera de Magisterio para que aumente la nota de corte y establecerá la posibilidad de cursar dobles titulaciones, con el objetivo de mejorar la «calidad de los docentes».

«Estamos trabajando para que la universidad asuma una nueva manera de formar a nuestros profesores», explicó.