El obispo de Ávila,Jesús García Burillo, ha querido aprovechar el fin de semana para acercarse a los municipios afectados por el dramático incendio iniciado en Solana de Ávila hace unas semanas y que arrasó casi 1.400 hectáreas de este término municipal pero también de Becedas o Junciana, entre otros.De ahí que el domingo visitara las parroquias de Santa Lucía de la Sierra y Palacios de Becedas, ambas pertenecientes al Arciprestazgo de El Barco de Ávila, y en las que presidió una Eucaristía con el fin de acercarse a todos los vecinos.
Precisamente en la homilía, García Burillo, hizo referencia a que los males, como es el caso de este incendio que «puso en grave peligro tanto la vida de los vecinos como sus propiedades», son «fruto del pecado del hombre, de su egoísmo».
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