El centenario del nacimiento de Don Juan de Borbón reúne hoy a toda la Familia Real. El padre del jefe del Estado falleció en 1993 y la conmemoración de su nacimiento va a congregar a sus descendientes en un lugar tan emblemático para ellos como la capilla del Palacio, donde se celebraron los funerales del propio Conde de Barcelona o por su esposa, María de las Mercedes.
Fue hijo de rey y padre de rey. Y pese a que él mismo nunca ocupó el trono, su actuación fue clave a la hora de escribir la Historia de la Transición en España. Hoy se cumplen 100 años del nacimiento de Juan de Borbón, quien renunció a sus derechos dinásticos en favor de su hijo, el hoy soberano Don Juan Carlos, en quien se restableció la monarquía tras la muerte del dictador Francisco Franco. Juan Carlos Teresa Silvestre Alfonso de Borbón y Battenberg nació el 20 de junio de 1913 en La Granja, Segovia, y como tercer hijo varón de Alfonso XIII no estaba destinado en un principio a ocupar el trono.
Se convirtió en sucesor después de que el primogénito, Alfonso, renunciara a la Corona para poder casarse con alguien no perteneciente a la realeza, y de que el segundo hijo, Jaime, tuviera que rechazar también por tener una discapacidad y ser sordomudo.
Con todo, Don Juan tuvo que abandonar España con la proclamación de la II República en 1931, y pasó más tiempo en el exilio, 47 años, que residiendo en su nación original, a donde no regresó hasta el fin de la dictadura franquista, ya con su hijo como rey.
Desde la renuncia de Alfonso XIII en 1941, Juan pasó a liderar la dinastía borbónica y se esforzó en restablecer la soberanía nacional, gobernada entonces por Franco. Según sus biógrafos, tras el final de la II Guerra Mundial y derrotadas las potencias totalitarias en Europa, se ofreció como un modelo de monarca constitucional fiel a los principios democráticos, algo que el caudillo no estaba dispuesto aceptar en su afán por perpetuar la dictadura.
Durante la Dictadura. «A Franco le molestaba más Don Juan, que contaba con el apoyo de algunos generales que le acompañaron en la sublevación contra la II República y que ahora le pedían la vuelta al antiguo régimen, que los socialistas, comunistas o masones, los demonios de su discurso», escribe el periodista José García Abad en su nuevo libro Don Juan, náufrago de su destino.
Después de innumerables cartas y varias entrevistas con el dictador, a Juan de Borbón le quedó claro que no le permitirían reinar, pero accedió a que su hijo Juan Carlos regresara del exilio a España para ser educado bajo la tutela de Franco, quien lo nombró como su sucesor como jefe de Estado.
Tras la muerte del dictador en 1975 y con la monarquía restaurada en la figura de Juan Carlos, Juan de Borbón renunció oficialmente a sus derechos dinásticos, en una ceremonia celebrada el 14 de mayo de 1977 en el Palacio de la Zarzuela, sede de la monarquía española. Aquel día, después de su intervención, se cuadró ante su hijo y exclamó: «Majestad, ¡Por España! ¡Todo por España!»
Don Juan murió el 1 de abril de 1993, de un cáncer de laringe, dos meses antes de cumplir los 80 años y tras pasar sus últimos 16 años viviendo en España bajo el reinado de su hijo. Conservó el título de Conde de Barcelona, que mantuvo durante su estancia en el extranjero, y fue nombrado por el Gobierno capitán general de la Armada española.
Pasados 20 años después de su fallecimiento, el padre de Don Juan Carlos espera todavía su sepultura definitiva en el Panteón de Reyes del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.
Sus restos aguardan en la antesala de ese recinto hasta que puedan reducirse para introducirlos en la urna que los acogerá definitivamente. Podría tener que esperar hasta 10 años más.