No hay precedentes de economía que funcione sin la construcción», sostiene el nuevo presidente de la Cámara de Contratistas de Castilla y León, quien reivindica el papel del sector como palanca para recuperar el crecimiento económico. Augura dos años complicados, sobre todo, para la obra pública, que las administraciones han guardado en el cajón para priorizar el gasto social, una política que a su juicio alimenta un círculo vicioso en torno a la recesión.
¿Cómo ha sido este año para los contratistas de la región?
Muy difícil. Las administraciones sólo están invirtiendo en obra pública un 10% de lo que hacían hace unos años, lo que es insuficiente para atender las necesidades del sector, que afortunadamente mueve dos tercios en obra privada. Por ello, nos hemos agarrado a la rama privada para sobrevivir este año.
¿Podrán aguantar un primer trimestre de 2013 que, según el Gobierno, será complicado?
Dadas las restricciones presupuestarias y los compromisos de déficit no podemos esperar cifras de licitación de obra pública altas. Tenemos que prever que 2013 va a ser un año muy en la línea de 2012, y 2014 también. En este momento, todas las administraciones están dando prioridad al gasto social y están dejando en un segundo plano las infraestructuras. Espero que esta política se corrija y la inversión en obra pública vuelva a niveles anteriores a la crisis, lo que redundará en la creación de empleo.
¿Hay margen para inversiones en un escenario de recortes?
Estamos alimentando un círculo vicioso. Menos inversión en obra pública implica menos actividad, menos empleo y más despidos, lo que no ayuda a sostener el modelo de bienestar. Nosotros proponemos que se actúe con proporcionalidad. Antes de la crisis el sistema funcionaba y se destinaba el 10% a obra pública. Podemos ajustar ese porcentaje al nuevo tamaño de la economía y discutir si puede ser el 8 ó el 7, pero no es razonable que la obra pública se reduzca a cero.
Se habla de 2013 como el último año de crisis y de 2014, como el del crecimiento. ¿El sector tendrá que esperar mucho más?
El sector recuperará el pulso de forma similar al resto de la economía. La obra privada va a tener una evolución pareja al resto de la economía, lo que nos debería ayudar al sector a salir adelante. Sin embargo, debemos ser realistas, el mercado de la obra pública no se va a recuperar hasta 2015. No obstante, si somos capaces de generar oportunidades de negocio en el extranjero, de hacer empresas más competitivas y de desarrollar el modelo de colaboración público-privada el sector se recuperará.
¿Creen que el país encontró en el ladrido un ‘chivo expiatorio’ de los males de la economía?
Aquí nadie ha buscado responsables de la crisis. O lo somos todos, o no lo somos ninguno. Venimos de una etapa en la que las expectativas de crecimiento y la capacidad de financiación parecían ilimitadas y ahora nos topamos con la realidad. Soy consciente de que el sector de la construcción se ha llevado lo más duro y ha tenido que pagar el pato de una forma más que proporcionada al resto de sectores, pero creo que no somos el chivo expiatorio de nada
Entonces, ¿deberían ser rescatados como otros sectores?
No podemos pretender que nos arreglen los problemas desde fuera, pero si podemos pedir ayudas y hacer propuestas para mantener empresas vivas, algunas con más de 30 años y con una mano de obra especializada, que no se puede perder porque nos descapitalizaríamos. Debemos buscar nuevos nichos de mercado, adaptar la estructura a la demanda actual, buscar alianzas con otras empresas, desarrollar la colaboración público-privada, salir al exterior y hacer un esfuerzo en investigación
¿Cómo evoluciona el empleo?
La lucha en este momento es por salvar empresas, sobre todo pymes, y mantener puestos de trabajo. Es muy drámatico tener que prescindir de trabajadores. Llegamos a dar trabajo a 140.000 personas en la Comunidad y hemos caído hasta los 75.000. La tendencia a principios de año era destruir unos 2.000 empleos al mes, pero la caída de la obra pública ha sido compensada por el sector privado, lo que ha hecho que en los últimos tres trimestres se estabilice la cifra de ocupados en 80.000. Este dato nos ofrece cierto optimismo. Esperemos que se mantenga el nuevo rumbo y que se pueda recuperar el empleo perdido.
¿Entienden que la construcción es el único sector capaz de absorber el tipo de mano de obra que no encuentra ahora empleo?
Algunos podrán encontrar trabajo en otros sectores, como los ingenieros. Pero este sector va a hacer falta porque no hay precedentes de una economía que funcione sin la construcción y el sector inmobiliario. Se calcula que por cada millón invertido se pueden generar 16 empleos directos. También es intensivo en el pago de impuestos, vía cotizaciones a la Seguridad Social, impuestos sobre construcciones, instalaciones y obras y tasas. De cada 100 euros invertidos, vía impuestos se recupera dentro del primer año el 56% y el resto en un periodo más largo si se trata de infraestructuras productivas. Espero que las administraciones reaccionen. Sin ‘ladrillo’ y cemento no habrá luz al final del túnel.