Medinilla cuenta desde este domingo con un escudo y una bandera que son fiel reflejo de su historia y su naturaleza. Presentados en el salón del Plenos del Ayuntamiento en un acto que contó con la presencia del presidente de la Diputación, Agustín González; la alcaldesa, Soledad Muñoz; el director de la Institución Gran Duque de Alba, Carmelo Luis y el catedrático de Historia del Derecho de la Universidad de Valladolid Félix Martínez, estas señas de identidad suponen la consecución de un viejo anhelo de todos los vecinos de esta localidad situada en el valle de Becedillas, en el límite con la provincia de Salamanca, según palabras de su regidora.
«Supone una gran ilusión para todos, porque ha sido un largo proceso que se inició en abril de 2011, aunque ya se intentó en la anterior legislatura», comentó Soledad Muñoz, quien añadió que «es importante contar con un escudo y una bandera que nos identifiquen y esperamos que sea del gusto de todos».
Y ha sido gracias a la «diligencia» de la institución provincial, subrayó la alcaldesa, pues a través de la Institución Gran Duque de Alba y gracias al trabajo del historiador Félix Martínez se ha realizado el correspondiente estudio histórico que ha dado como resultado un escudo y una bandera que están intrínsecamente unidos y que reflejan la naturaliza política de Medinilla y su pasado histórico.
«Medinilla es un pueblo singular, porque tiene una identidad en esta tierra que dependía del Ducado de Béjar en una larga trayectoria hasta que con la división de las provincias en 1833 se decidió su pase a depender de El Barco de Ávila», explicó el presidente de la Diputación, Agustín González, quien señaló que «el diseño del escudo y la bandera no han sido una tarea fácil, porque tiene muchas señas de identidad, aunque con la ayuda de Félix Martínez se ha definido con todo rigor».
Así, el escudo tiene un campo principal en el que aparece un castillo con dos torres para recoger no sólo a Medinilla, sino a Santa Lucía, un barrio próximo que desapareció y que configura el municipio. Un castillo que «refleja su antigüedad histórica como villa, que inicialmente fue aldea dependiente de Béjar con personalidad propia dentro del valle de Becedillas y que se fue configurando como un enclave importante dentro de dicho valle, sobre todo por el lugar donde se asentaba», apuntó Félix Martínez. Y junto al castillo, también se refleja el Berrueco, que es el gran monte sobre el que se asentaron durante centurias pueblos primitivos. A ellos se une una orla con una cadena de la Casa de los Estúñiga, que fueron señores del lugar, y ya en la parte superior, sobre el castillo, el escudo de Béjar, a la que estuvo vinculada durante 600 años hasta que en el siglo XIX pasó a formar parte de la provincia de Ávila.
Y respecto a la bandera, el historiador explicó que aparece el azul del río Becedillas, con cinco abejas que forman parte del escudo de Béjar, y tres picos verdes y otros tres en amarillo para reflejar el monte Berrueco con sus tres alturas. Y alrededor de ellos, en orla, la cadena de los Estúñiga, Señores de Béjar.