El ciclo ‘Encuentros de Cultura y Empresa’, puesto en marcha por el Ayuntamiento y la Cámara Oficial de Comercio e Industria de Ávila (con la colaboración de Diario de Ávila) para acercar a la sociedad abulense el mundo de la economía desde una perspectiva cultural que ayude a entender mejor esa realidad y también a dominarla, se abrió con la presencia del periodista David Martínez, que presentó el libro Zara: visión y estrategia de Amancio Ortega, un trabajo que desvela al lector algunas de las claves de la trayectoria del empresario español de más éxito de las últimas décadas, creador de un imperio internacional creciente incluso en estos tiempos de crisis.
Habló David Martínez de Amancio Ortega como «ejemplo para emprendedores y futuros empresarios», un «personaje hermético» que ha creado una firma, Inditex, tras la cual existen nueve marcas de enorme éxito en el mercado español y en el de todo el mundo.
Tras la marca Zara y la de sus firmas ‘amigas’ Lefties, Pull&Bear, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius, Oysho, Zara Home y Uterqüe, sostenidas por el trabajo «discreto pero tenaz de Amancio Ortega», laten una filosofía empresarial y una estrategia comercial que se han demostrado «imbatibles» durante varias décadas. Entre las claves para ese largo y sorprendente éxito, explicó David Martínez, están la «fuerte voluntad y la determinación» de Amancio Ortega, su capacidad única para posicionarse en el mercado con moda a la última y de un uso limitado, competir con precios más bajos y reducir al máximo los intermediarios en el proceso de creación, distribución y logística para rotar prendas en las tiendas en un período muy reducido, el más reducido de las empresas distribuidoras de moda para gran consumo que existe en el mercado.
Los únicos lunares de la empresa de Ortega, añadió el ponente, están en que «siguen siendo congeniar la apertura de tiendas físicas con la venta on line» y su dificultad para entrar en el mercado estadounidense».
rubén Negro. Dos horas antes, en el Casino Abulense, el periodista abulense Rubén Negro presentaba su primer libro, El sentido de un guisante, un conjunto de peripecias en formato breve que giran en torno al desamor y el amor de juventud contadas en primera persona, con originalidad, humor y una regeneradora ironía. Muchas de esas historias, la mayoría batallas perdidas en la guerra del amor («algunas veces por falta de pericia y otras por falta de ambición o cobardía puntual»), son, lógicamente, libres recreaciones de hechos vividos o conocidos, pero en muchas de ellas el lector percibe, desde la distancia objetiva o subjetiva que marca la literatura, que en ellas late algo que alguna vez se ha sentido como propio, y ahí radica quizás su principal mérito.
En la presentación de esas aventuras reales y apócrifas llevadas al papel, que avanzan con el hilo de una historia de fondo que de alguna manera las unifica pero que también pueden leerse como capítulos independientes, contó Rubén Negro con la complicidad del cantante Jorge Marazu –que también cantó–, compinche de alguna de esas aventuras, presente en el libro como personaje y autor de un estupendo disco que de alguna manera podría servir de banda sonora para El sentido de un guisante. Otros representantes del mundo de la cultura abulense, como el también músico Manuel Galán, asistieron al acto de presentación del libro.