EL hecho de que La Adrada esté en una de las zonas más cálidas de la provincia de Ávila, esto es, enmarcada en el Valle del Tiétar, le ha permitido también ser de las últimas localidades en las que se pueden realizar fructíferas jornadas micológicas pues aunque el frío ya se ha hecho presente, aún no ha permitido un adiós definitivo a la temporada de setas. Así pues esta misma semana se ha llevado a cabo una actividad teórica y práctica en este sentido. Dirigida por el biólogo de la Diputación de Ávila, Enrique Fernández Villamor, y organizada por la Asociación de Amas de Casa de La Adrada, el Ayuntamiento de la localidad y el CEAS de la Diputación transcurrió esta jornada.

Fernández Villamor, tras la bienvenida por parte del alcalde, Francisco de Pedraza, a todos los asistentes se encargó de dar unas nociones antes de que llegara la hora de salir al campo en busca de ejemplares.

La bondad climatológica y la diversidad de especies permitió que la jornada concluyera con gran satisfacción entre las decenas de participantes que acudieron a la llamada micológica y es que además de recolectar algunas de las especies con mayor  valor comestible, tales como boletus y níscalos, también se pudieron recoger otras variedades tanto aptas para llevárselas a la boca como no comestibles e incluso tóxicas para su identificación por parte del biólogo quien también se encargó de dar una explicación pormenorizada al respecto. Unas lecciones muy bien recibidas en cualquier caso.