Aplausos bajo la lluvia

Eduardo Cantalapiedra
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Cerca de un millar de personas aclamaron a Doña Elena, que se mostró muy cercana, sobre todo en la parte final del recorrido

Inauguración de 'Credo'. - Foto: David Castro

 

La lluvia caída en la tarde de ayer en Arévalo no impidió que cerca de un cen tenar de personas se dieran cita en la plaza de la Villa para recibir a la infanta Elena a su llegada a la ciudad para inaugurar la XVIII edición de Las Edades del Hombre y acompañarla en su recorrido por los tres espacios que albergan esta exposición.
Poco antes de las cuatro de la tarde llegaban las primeras personas a los alrededores de la iglesia de Santa María la Mayor, donde ya se iban concentrando algunas autoridades mientras los responsables de la seguridad recorrían la plaza con perros adiestrados al objeto de evitar cualquier incidencia. «Venimos a ver a la infanta, a ver si trae riqueza al municipio», comentaba  una mujer, mientras otra aconsejaba a doña Elena calzarse unas deportivas para evitar posibles resbalones en el suelo empedrado.
A continuación llegó un grupo de alumnas del colegio Amor de Dios, que esperaba que la exposición fuese un aliciente para la llegada de turistas a Arévalo. Y así, poco a poco se fue poblando tanto la zona de soportales como la primera línea detrás de las vallas de seguridad, en su mayoría de arevalenses, aunque también había gente que había acudido desde diferentes puntos de la comarca de la Moraña. 
Y poco antes de las cinco de la tarde comenzaban a caer las primeras gotas de lluvia y aparecieron los primeros paraguas, que pronto poblaron la zona donde se concentraba el público. Mientras, las autoridades se refugiaban bajo la entrada de la Casa de los Sexmos o echando mano de algún paraguas. Y así durante algo más de media hora, que fue el tiempo de espera hasta la esperada llegada de la infanta a la plaza de la Villa.   
Comenzaban entonces los aplausos y los gritos de «guapa, guapa», mientras Doña Elena respondía saludando desde la distancia mientras se encaminaba a la iglesia de Santa María, donde arrancaba el recorrido de ‘Credo’. 
Durante la visita al templo, el público aprovechaba para comentar algunos detalles del momento. A su salida de este primer espacio, la comitiva se dirigió caminando hacia San Martín entre los aplausos de la gente, que no dudaba en aclamar a la infanta, que correspondía el gesto con saludos con la mano.
Fue entonces cuando la mayoría de los presentes comenzó a encaminarse por la calle Nicasio Hernández Luquero en dirección a la última de las paradas, la iglesia del Salvador, aprovechando el recorrido de las autoridades por el interior de San Martín.
Y hubo que espera hasta esa última parada de la exposición para ver las imágenes de mayor complicidad y cercanía de la infanta con el público, ya que por fin decidió romper el protocolo y acercarse al agente para darles la mano y hacer algún gesto simpático a los numerosos niños y niñas que se concentraban junto a sus padres a ambos lados de la calle. Ycomo durante todo el recorrido volvieron a escucharse esos calurosos aplausos y vivas con los que los arevalenses quisieron mostrar su agradecimiento a Doña Elena por el respaldo a una exposición que muchos esperan que ayude a paliar la maltrecha economía local.