La juventud de la Hermandad del Cristo de los Estudiantes, que este año procesionará por primera vez por las calles de Ávila, se une además la de la Banda de Dulzainas y Tambores ‘Murallas de Ávila’, una agrupación con apenas unos meses de vida que estos días prepara ilusionada su primera actuación a pie de calle. Será la víspera del Domingo de Ramos a última hora de la tarde. Cofrades y músicos compartirán la emoción del estreno en una de las procesiones más esperadas este año.
Al frente de la nueva banda se sitúa Santiago Gómez, profesor de la Escuela de Dulzaina de la Asociación de Vecinos de Las Vacas. A él puede considerársele el motor a la hora de animar a los chicos de sus clases de dulzaina a crear algo más serio, con el fin de poder participar en eventos como la procesión de la Hermandad del Cristo de los Estudiantes.
«Ellos están encantados, para ellos es una motivación extra», confiesa Santiago, que se reúne cada viernes y sábado con los miembros de la recién formada banda para poder dar lo mejor de cada uno en su primera actuación.
La Banda de Dulzainas y Tambores 'Murallas de Ávila' prepara su primera actuación a pie de calle. - Foto: Antonio Bartolomé Y están tan contentos porque el participar en la procesión les ha llevado, por ejemplo, a ampliar su repertorio, saliéndose de las tradicionales jotas y los clásicos pasacalles. «De hecho, estamos innovando mucho», asegura Santiago, que considera que el público se sorprenderá bastante cuando en lugar de los sonidos típicos de las cornetas, escuche durante la procesión «la sonoridad profunda y de raíces populares» de las dulzainas de la banda.
AMPLIO REPERTORIO. Para su primera actuación oficial en las calles de Ávila, los miembros de la Banda de Dulzainas y Tambores ‘Murallas de Ávila’ ha preparado un amplio repertorio, que cuenta ya con el visto bueno de los miembros de la Hermandad. «Aunque seremos nosotros los que decidamos en qué momento tocar cada pieza», dice Santiago, que destaca así la libertad que les han ofrecido en todo momento los miembros de la Hermandad.
«Habrá temas representativos de la tradición del instrumento y de la música procesional de la Semana Santa», comienza a desgranar los temas Santiago, que se ha encargado de los arreglos de algunos de estas composiciones del siglo XVI, originarias de Antonio Cabezón, así como de la Marcha para Chirimías del Santo Entierro de Huesca. Tampoco faltarán las marchas religiosas, como Pescador de Hombres o Perdona a tu pueblo. Y se interpretarán algunas marchas tradicionales de la Semana Santa Andaluza, como La Madrugá, la Caridad del Guadalquivir o La Saeta. En este último caso, el director de la banda ha contado para los arreglos con la ayuda de Pedro Fernández Cano, miembro de la Banda del Amarrao.
DURA PREPARACIÓN. Y con el repertorio claro, los miembros de la banda (14 dulzainas, cuatro tambores y dos bombos) se preparan para dar el do de pecho. No en vano, hay que estar plenamente en forma para tocar durante dos horas al aire libre y en movimiento. «Físicamente es agotador», reconoce Santiago, que menciona además la dificultad añadida de tocar de noche y con partituras más pequeñas, por lo que han tenido que adquirir adaptadores y lámparas para los pequeños atriles. Por todo ello, la banda ya ha comenzado a ensayar por las noches, para familiarizarse con la situación con la que se encontrarán el sábado 31 de marzo.
Sin duda, la juventud de los miembros de la banda ayuda a la hora de superar estos pequeños inconvenientes. Una juventud que, además, deja patente que no hay peligro de que la tradición de la dulzaina se pierda en Ávila. «La dulzaina está en buen momento», subraya Santiago, que considera que es un instrumento que gusta y sobre el que se están llevando a cabo innovaciones. Sobre todo por parte de los profesores de este instrumento, como es su caso y entre los que también se encuentra Germán Alameda, responsable de ‘Dulzainas de Ávila’, la primera agrupación de estas características que hubo en Ávila.