Conan, el abulense

M.M.G.
-

Ahora que Arnold Schwarzenegger ha anunciado su vuelta al cine de la mano del mítico guerrero nórdico, regresamos al paraje de La Cerca, en Solosancho, donde hace 33 años se rodaron las primeras escenas de 'Conan el bárbaro'

Conan, el abulense

HAN pasado más de 30 años pero la leyenda de Conan sigue viva.Tanto, que el propio Arnold Schwarzenegger, el actor responsable de dar vida al mítico guerrero nórdico, ya ha anunciado que volverá a meterse en la piel del personaje que le dio la fama.  

La leyenda de Conan es el nombre de la cinta con la que Schwarzenegger volverá a la gran pantalla y que ya comenzó a publicitarse (incluso sin estar aún rodada) en el último Festival de Cannes. De hecho, todavía no se conoce la fecha de estreno pero los amantes de esta saga ya están ansiosos por descubrir qué fue de aquel pequeño que, vestido con pieles y algo desgreñado, empujaba la rueda de un molino gigante sobre la nieve.

¿Recuerdan la escena? El entonces niño Jorge Sanz encarnaba los primeros años de vida de Conan y lo hacía, ni más ni menos, que en tierras abulenses, muy cerca de La Hija de Dios, Robledillo o Solosancho, en un paraje conocido por los habitantes de la zona como La Cerca y en el que durante dos largos y fríos meses del invierno de 1981 desembarcó Hollywood de la mano de John Milius y Oliver Stone, director el primero y guionistas ambos de la cinta.

Hoy, los restos de la grava que se extendió sobre el terreno para asentar la plataforma del molino aún recuerdan unos días únicos para los vecinos de Solosancho y sus anejos, que 33 años después recuerdan con cariño su paso por la gran industria cinematográfica americana.

Modesto Martín fue uno de los vecinos de Solosancho que más se implicaron en el rodaje.De hecho, él se convirtió en el principal enlace del jefe de producción de la cinta con la zona localizada para rodar las secuencias y adonde debían acudir un día de nieve, tal y como mandaba el guión.

«Yo les iba diciendo por teléfono los centímetros de nieve que había cada día», nos empieza a relatar Modesto, que descubre que a pesar de que finalmente sí que cayó nieve (estamos hablando del mes de febrero) un día de los de rodaje se vieron obligados a fabricar nieve artificial.

La Serrota y la Sierra de Robledillo se convirtieron entonces en los escenarios ideales para varias de las primeras escenas de la película. Y, sobre todo, para las protagonizadas por Sanz y Schwarzenegger, así como por la mítica ‘rueda del dolor’.  «Buf, los brazos del molino tenían como cuatro metros», recuerda Modesto el tamaño del molino que el pequeño Conan, esclavizado por sus captores después de asesinar a su familia, se veía obligado a mover y a través de cuyo movimiento descubrimos en apenas tres planos su paso a la edad adulta convertido ya en Arnold Schwarzenegger.

Lea la información completa en la edición impresa.