Aventuras, poesía y libros para hojear y comprar

M.E
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Gonzalo Giner presentó su última novela, 'La sombra de los sueños', con una buena impresión de los lectores y Leo Reyes hizo lo propio con su poemario 'La rosa de la nada', en una jornada con mucho ambiente y autores abulenses

Aventuras, poesía y libros para hojear y comprar - Foto: David Castro

UNA lectora de  la obra de Gonzalo Giner no tiene dudas. Su último trabajo, 'La sombra de los sueños', «es el mejor de todos, me ha encantado, supera con mucho a 'El sanador de los caballos'», el libro con el que, allá por el año 2008, el escritor y veterinario madrileño logró un importante éxito literario. Con impresiones recientes como ésta se presentaba Gonzalo Giner en la Feria del Libro de Ávila para presentar una novela que apenas lleva tres semanas en la calle. Lo suficiente para que algunos lectores ya hubieran devorado esta historia de «acción, aventuras y suspense» que también tiene «algo de romanticismo» y que encierra una especie de novela histórica dentro, lo que abre bastante el abanico de los posibles destinatarios. 

El propio Gonzalo Giner nos cuenta que «la trama vuela entre el siglo XII y el XXI» gracias al personaje de un caballo y eso permite adentrarse en la figura histórica de Saladino, el héroe de las cruzadas del bando musulmán, pero no solo desde la perspectiva de gran guerrero, sino ahondando en una personalidad marcada por «la sensibilidad». También hay «un emir que tiene un sueño muy insólito y extraño que puede tener consecuencias curiosas», continúa explicando el autor, sin querer destripar demasiado el libro, momentos antes de enfrentarse con el público abulense, lo que para un creador siempre es «un momentazo».

Era su primera vez en la Feria del Libro de Ávila pero no la primera vez en la ciudad, ni mucho menos, no en vano como veterinario trabaja mucho en las provincias abulense y segoviana. A la feria llegó en uno de los momentos de apogeo, al filo de la una de la tarde y cuando rebosaba de público de todas las edades que hojeaba y compraba, de ahí que se llevara una grata impresión. «Parece que está gustando mucho y me parece una estupenda iniciativa», señaló.

No fue el único autor invitado a la carpa municipal de la Feria del Libro, ni mucho menos. Una hora antes Leo Reyes Jiménez había presentado su segundo y último libro, 'La Rosa de la Nada', un poemario «muy reflexivo» en el que «cambio un poco mi estilo respecto al primero, que tenía una poesía más formal o trabajada en el sentido externo, por una poesía más espontánea y visceral».

Después de ganar el Premio Daudet de Poesía Joven por su primer trabajo, todo «un impulso», Leo Reyes explicó que su nuevo libro «habla desde la fragilidad, la ausencia y la percepción de que a la vida le falta algo» e «intenta preguntar y encontrar respuestas al día a día, al sentido de la vida o al paso del tiempo». Se trata, dijo, de una obra «muy personal» fruto de sus experiencias y su momento vital y que, como latinoamericano, recoge vivencias de allí y de aquí. Profesor de español para extranjeros y residente en Madrid,  explicó que, aunque la poesía «hoy es más popular» desde el punto de vista del conocimiento, sigue estando «en un lugar menor en cuanto a su lectura». Sobre las ferias como la de Ávila no tuvo más que buenas palabras. «Es maravilloso, es el momento para darse conocer, intercambiar impresiones, conocer el punto de vista del lector y compartir lo que has escrito en tu intimidad y no hay que perderlo».

Más libros

La poesía siguió presente en los actos vespertinos, primero en el encuentro-recital con los poetas de la Venida, un colectivo nacido hace cinco años e integrado por medio centenar de autores, y en el que se presentó 'Poesía Dulce', y después en la presentación de varias obras de La Sombra del Ciprés, las de Félix Jiménez, Juan José Severo, Lorena Rodríguez, Fernando Salcedo y Librado Casero. Éste último presentó 'Rueda la rueda', su tercer poemario que incluye 50 poemas variados y una receta de cocina que, aseguró, está testada por él mismo. «Siempre tengo algo en prosa y esta vez puse la receta que ya había salido en el libro colaborativo de la asociación y con la que se crea una historia, compota de ciruelas rojas».

Sobre la poesía lamentó que «sigue siendo la hermana pobre» y «faltan algo de interés y promoción por parte de las instituciones para que pudiera llegar a la gente», sobre todo a la juventud.