Carlos Casillas, el líder de una nueva generación de abulenses

Sergio Jiménez
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El programa 'Enfoque Ávila' se centra en la figura del chef que ha conseguido la primera Estrella Michelín en la historia de la ciudad gracias a su proyecto gastronómico con 'Barro'

Carlos Casillas, el líder de una nueva generación de abulenses - Foto: ISABEL GARCÍA

Un nuevo nombre ha irrumpido con una fuerza inusitada en el tablero abulense: Carlos Casillas, el chef que ha logrado la primera Estrella Michelín en la historia de Ávila gracias a su propuesta gastronómica y a su restaurante 'Barro'. El programa 'Enfoque Ávila', presentado por Patricia Carrera, directora de La8 Ávila, se centró anoche en la figura de este joven cocinero, de 25 años, que ha revolucionado la cocina abulense.

Sin embargo, el gran público desconoce que la idea inicial de Carlos no era dedicarse a la cocina, sino a la ingeniería. «Yo iba para ingeniero, pero mi hermana, que es ingeniera, me cambió totalmente los planes. Al final, me marché a San Sebastián a estudiar al Basque Culinary Center», recuerda. Carlos encontró su camino correcto a tiempo. Si no, el mundo de la cocina hubiera perdido a uno de sus grandes promesas de la  actualidad.

En la céntrica calle San Segundo, está su restaurante 'Barro', desde donde ha conseguido todos sus éxitos. Pero antes, en ese mismo local, Carlos montó 'Mud Wine Bar', una propuesta culinaria donde apostó por los vinos locales y la dinamización de la provincia a través de la gastronomía. Su pasión por los vinos le ha llevado a escribir una enciclopedia sobre ellos. «Mi proyecto era el Sapiens de historia del vino, que se ha publicado hace un mes. Es un proyecto de hace casi dos años, que me permitió entrar en profundidad en la historia del vino», explicó.

 Tras unos años con ese proyecto, la evolución irremediable pasaba por la apertura de Barro hace algo más de un año. Un lugar donde ha querido plasmar todo aquello que le sugiere ese concepto tan natural. «Queríamos que fuera un espacio natural, donde la naturaleza formara parte de la mesa. En el menú también se representa mucho el entorno y el paisaje. Y la caza, con las astas de toro, que es algo muy representativo de la provincia», expuso.

Todo en la «casa» de Carlos Casillas evoca a su raíces en Navalacruz. Como el nombre del menú, Alberche, el río que baña las tierras de su pueblo. «El menú bebe del valle, de las montañas, del río y de las dehesas. Es una forma de representar todos esos ecosistemas en 14-15 platos». Todos los expertos del ramo catalogan a Carlos como un cocinero naturalista y recuperador de técnicas en extinción. Todos sus guiños a la tradición le han valido el mayor reconocimiento que puede conseguir un cocinero: la Estrella Michelín. Un éxito que no podría haber obtenido sin el trabajo y dedicación de su equipo, formado por seis jóvenes de entre 21 y 25 años, curtidos también en el Basque Culinary Center.

Carlos Casillas se ha erigido en el líder de una nueva generación de abulenses que apuestan por quedarse en la ciudad. «Ávila tiene mucho potencial y futuro si entre todos y todas lo construimos», sentenció el cocinero. El 'Enfoque Ávila' de ayer sirvió para homenajear a un joven que, seguro pasará a la historia de la ciudad. De hecho, ya lo está haciendo.

La abuela Elvira, la inspiración de Carlos

El programa contó con la visita sorpresa de David Casillas, compañero de este periódico (casi 34 años en la redacción) y tío de Carlos Casillas. Junto a Patricia Carrera, realizaron una entrevista más intimista y familiar con el chef, centrada en sus raíces en Navalacruz. En su pueblo y en su abuela Elvira se explica la pasión y la mano de Carlos con la cocina. «Ir al pueblo en verano era rutina para mí. Allí cocinaba con mi abuela y poco a poco fue creciendo el germen que se ha traducido en que pueda dedicarme a esto», recuerda. Carlos reúne toda la esencia de la familia Casillas: la competitividad de su abuela («no me gusta perder ni a las cartas y la abuela hacía muchas trampas para ganar») y la testarudez de su abuelo Justiniano. Ese arraigo ha provocado que el chef esté recuperando las viñas que su familia tiene en el pueblo. «Estamos recuperando las viñas de mi abuelo y las de su hermano Pedro. Llevamos dos cosechas que están en la bodega. Estamos preparando el vino que queremos que represente la frescura de aquellos parajes», comentó. Unos parajes que vieron como se quemaron en parte durante el devastador incendio del 2021. Un fuego que estuvo cerca de arrasar las tierras y el fértil valle. Una tragedia durante la que Carlos estuvo colaborando como voluntario para la ONG del cocinero José Andrés. Una ayuda que la vida le está recompensando con creces.