«La fotografía de recién nacido sin formación es imposible»

M.M.G.
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Susana Palacios es una reconocida fotógrafa, especializada en el campo de la fotografía infantil y familiar. Sus imágenes de recién nacidos, y aquellas en las que capta la belleza de la mujer embarazada, han sido reconocidas en los AFNS Awards

«La fotografía de recién nacido sin formación es imposible» - Foto: David González

No suele ser habitual encontrarla al otro lado del objetivo. Pero hoy, la fotógrafa Susana Palacios (Madrid, 1982) cambia durante unas horas de trinchera para, en nuestras Conversaciones en el Lienzo Norte, reflexionar sobre una carrera que le apasiona y que la tiene desde ya unos cuantos años captando con su cámara algunos de los momentos más felices de las vidas de los abulenses, como experta en fotografía familiar e infantil que es. 

Y eso a pesar de que la suya no fue una vocación temprana. De hecho, Susana estudió Psicología antes de darse cuenta, casi sin quererlo, de que se había convertido en una fotógrafa profesional.

«En mi casa mi padre hacía muchas fotos. Y yo era la que siempre llevaba mi cámara compacta cuando estaba con los amigos», retrocede en el tiempo Susana para tratar de fijar el origen de una profesión que hoy la reconoce como una de las mejores en fotografía de recién nacido y embarazo.

«Yo siempre tuve muchísimo interés por el cine. De hecho, me hubiera gustado ser directora», nos confiesa una vocación que no terminó fructificando y que ahora disfruta como espectadora en los (pocos) ratos libres que le deja una profesión que, eso sí, le apasiona.

Se le nota cuando recuerda, por ejemplo, ese primer día en el que su ahora marido (el también fotógrafo Jónathan Martín) le puso en las manos una cámara y le pidió que le acompañara a trabajar a una boda. «Yo no sabía lo que era un diafragma ni un obturador. No sabía lo que era exponer una foto», sonríe al evocar ese primer contacto con el mundo de la fotografía profesional. Sólo sabía entonces, nos cuenta, que lo que ella quería era «ver la foto como lo que veía mi ojo».

Susana no se amilanó. Al contrario. De la mano de Jónathan y poniendo muchísimo interés en el campo de la imagen, fue creciendo como fotógrafa.

A pesar de esto, nos cuenta Susana que en un primer momento buscó un trabajo no relacionado con la fotografía. «Trabajaba de tarde y por las mañanas estaba con Jónathan, ayudándole en la gestión de los clientes, y los fines de semana me iba con él a las bodas», continúa hablando la madrileña, que recuerda también como, finalmente, decidieron «hacer crecer el negocio juntos.

Fue entonces cuando Susana, dedicada ya al cien por cien a la fotografía, comenzó a adentrarse en los campos del recién nacido, embarazo e infantil, unas especialidades en las que hoy es una de las mejores del país y en la que atesora varios reconocimientos de los AFNS Awards.

«Cuando empecé a conocer la fotografía de recién nacido la vi tan bonita...», se emociona Susana al hablar de una especialidad que le diferencia y para la que se ha formado (y se sigue formando) intensamente.

¿Qué es lo primero que le viene a la cabeza sobre Ávila?

Familia. Es la ciudad donde he creado una familia.

¿Qué es lo que más le gusta de Ávila?

Mi vida en ella. Soy muy feliz aquí. Me gusta llegar a cualquier punto en pocos minutos, la buena gastronomía y tener servicios a mano, que a veces encontrar en la gran ciudad es más difícil.

¿Y lo que menos?

No tener una buena comunicación en tren con Madrid y pagar peaje.

Un lugar de la ciudad para perderse.

Me encanta la Muralla ¡Es tan bonita! Y está tan bien conservada. Es un lujo poder mirarla y disfrutarla. 

Un recuerdo de su infancia.

Nací en Madrid y mi infancia y adolescencia fue allí pero de vez en cuando venía a Ávila a ver a la familia. El único recuerdo que tengo de una de esas veces es de mi hermano en El Grande cambiando cromos. Hace años me gustó saber que se sigue haciendo. ¡Hay cosas que es bonito que no cambien!

 

Un personaje abulense que le haya marcado.

No tengo una referencia pública que sienta me haya marcado, pero siento profundo agradecimiento por cada cliente que me visita en el estudio. Clientes abulenses, de aquí de siempre, que además me encuentro cuando paseo por la ciudad.

El mayor cambio que necesita Ávila es…

Mejorar las comunicaciones por tren y la eliminación del peaje. Son dos grandes limitaciones para el potencial que tiene Ávila.

Y tiene que mantener…

Su calidad de vida.

¿Qué le parece Ávila hoy en día?

Me gusta mucho. Encuentro todo lo necesario para vivir a gusto y desarrollar mi trabajo.

¿Cómo ve la ciudad en el futuro?

Habrá cambios, pero no grandes cambios. Es una cuidad que avanza con pies de plomo.

¿Qué puede aportar a Ávila?

Creo que puedo aportar profesionalidad, compromiso e innovación dentro de mi rama.