Ricardo Guerra Sancho

Desde mi torre mudéjar

Ricardo Guerra Sancho


Las ferias y su evolución

08/05/2024

Podemos decir que esta edición que acaba de finalizar ha sido un éxito de presentación y de público… Un puente largo, fresco y que al final no se escapó de una fuerte tormenta. He pasado por ella y la he disfrutado, incluso he recordado buenos tiempos.
Comentaba con algunas personas uno de estos días de celebración de la Feria de Muestras y Agroalimentación de Arévalo, en su edición 43 de su última etapa, que estas muestras están constantemente evolucionando según los momentos y acorde a la propia evolución de nuestro agro nuestra industria y nuestro desarrollo turístico cultural, como he querido reflejar en mi artículo que publicó este Diario en el especial de la feria. 
Sobre la temática de estos eventos, de las cosas que ya no están y se les echa de menos, de las nuevas incorporadas para cubrir una demanda, de esas representaciones de entidades y asociaciones que resultan ser la seña de identidad de la ciudad, de sus inquietudes, realidades y logros.
Fíjense, cuando nacen estas ferias en las villas y ciudades que son cabeza de comarcas y provincias, son el resultado de la necesidad primaria de abastecimiento de muchos productos que venían de fuera, ya fueran de tipo suntuario o industrial. Pero también por la necesidad de dar salida a nuestros productos agrarios, entre los que siempre destacaron los cereales y las legumbres, pero también la ganadería, de carga, de leche, de carne o de cría.
Cuando mediado el s. XV se establecen de forma oficial, propiciadas por la corona, estas ferias francas arevalenses fueron un logro para una sociedad medieval que tenía otras necesidades y su demanda era más primaria, aunque también ya destacaban aquellas primeras manufacturas de una industria incipiente. Los avatares de la historia de la villa y su tierra se reflejaron necesariamente en la propia salud de esos movimientos económicos.
Así, con la llegada del ferrocarril se facilita enormemente el transporte y estas actividades reciben un gran impulso.
Y llegado mediados del s XX, que paradoja, aún se estaba utilizando el arado romano… con la llegada de la mecanización, en muy poco tiempo cambió el panorama radicalmente.
Desaparecieron aquellos multitudinarios mercados y ferias de ganado en aquel Teso Nuevo vacío de edificios. Las maquinarias se impusieron con fuerza y también se registró el mayor movimiento poblacional de la gente que el campo ya no necesitaba. Momentos de históricas migraciones a las ciudades y zonas industriales.
Así surgieron estas ferias modernas, las Ferias de Muestras, obligadas por aquel cambio radical. Estas ciudades cabeceras de comarca tenían que seguir siendo un referente de su territorio comarcal, y así surgió esta nueva forma de llegar al público. Pero pronto también los ganados selectos de carne requerían unas instalaciones espaciales, sanitarias y de transporte, las maquinarias, cada vez más grande, y cada vez es más problemático y costoso su transporte. Hoy ya se compra por videoconferencia o sistemas parecidos…   
Nos queda, y no es poco, los coches, la muestra de nuestras industrias locales, nuestros potenciales, las asociaciones de sipo asistencial, las entidades culturales y turísticas que configuran la actividad actual de nuestra sociedad. 
El público sigue fiel a la cita como una visita deseada por estas fechas del puente de primeros de mayo.