Agapito Rodríguez Añel, quien fuera presidente del Hogar de Ávila en Madrid durante más de 30 años, ha fallecido en la tarde de este miércoles en Madrid a los 96 años de edad.
Rodríguez Añel fue un gran embajador de esta provincia, y también de su querida Navaluenga, de la que fue nombrado hijo adoptivo en 1998. Desde su cargo como presidente del Hogar de Ávila en Madrid mantuvo viva la esencia del «abulensismo» en la capital de España, impulsando actos que han perdurado en el tiempo como los galardones anuales en los que se nombraba a sus socios de honor, que eran todo un legado de esta tierra y todo un acontecimiento social en la capital de España.
Precisamente en 2017, el Hogar de Ávila en Madrid le rindió un homenaje, con una celebración de un entrañable acto en el madrileño Hotel Velázquez, que contó con la presencia de distintas autoridades abulenses, y de la presidenta de la asociación, Anunciación Guil. Durante el mencionado acto, que fue presentado por la periodista abulense Ana Samboal, el Hogar de Ávila nombró a Rodríguez Añel Presidente de Honor, a la vez que le hizo entrega de un diploma con fotos de su Junta Directiva, que le respaldó a lo largo de toda su trayectoria.
Colaborador de El Diario de Ávila también durante décadas, fue un incansable defensor de los valores de esta tierra, poniendo en valor sus tradiciones y costumbres, especialmente de Navaluenga.
De esta manera, también fue muy emotivo el acto que vivió hace 25 años (del que el pasado 8 de marzo se hacía eco la sección 'Hace 25 años' de este periódico) en el que fue nombrado hijo adoptivo de Navaluenga. En aquel acto, presentado por Faustino Hernández (Nino) recordó su llegada a Navaluenga hace muchos años, y expresó su «máximo agradecimiento al Ayuntamiento por el honor de hacerme hijo adoptivo, y a El Diario de Ávila por darme la oportunidad de escribir en sus páginas».
Tras recibir de manos del alcalde navalongueño, Juan Antonio González, su título de Hijo Adoptivo, Rodríguez Añel recibió del director de El Diario de Ávila, José Manuel Serrano, una placa y un pergamino en reconocimiento a su labor de años de corresponsal de este diario. En aquel acto, Agapito Rodríguez Añel también recibió una placa del Hogar de Ávila en Madrid, que siempre le arropó a lo largo de su trayectoria vital.
Ese interés por defender los valores abulenses le llevó a ser miembro colaborador del Área de Humanidades de la Sección de Filología y Literatura de la Institución Gran Duque de Alba.
Esta tarde, a las 19 horas, el párroco de la Iglesia del Espíritu Santo, Abraham Cruz, oficiará una misa corpore insepulto en la capilla del Tanatorio Norte de Madrid, para, el viernes, por la mañana, dar traslado al finado al cementerio de Fuencarral, donde será enterrado en el panteón familiar.