Ávila se postula a convertirse en la capital española del circo del siglo XXI, y con este punto de partida el Festival Internacional de Circo de Castilla y León, Cir&Co, ofreció este viernes una jornada de reflexión sobre las nuevas arquitecturas e intervenciones a poner en valor al servicio de la ciudad y del circo. Con participación de arquitectos, gestores políticos del ámbito cultural y turístico y profesionales del mundo del circo, el foro celebrado en el patio del Colegio de Arquitectos de Ávila se estructuró en torno a varias ponencias y una mesa-debate que abordaron el urbanismo de la ciudad, la proyección artística del circo, los contenidos dentro de continentes como las edificaciones construidas y los espacios vacantes y los aspectos relativos al presente y el futuro. Todo ello poniendo en relación el potencial de Ávila como escenario para el circo, aprovechando los análisis realizados en ediciones anteriores del festival y «desde un punto de vista propositivo», tal y como destacó en la presentación la presidenta de la Demarcación del COACyLE Ávila, Julia Chamorro. «Lo que nos une es la ciudad y queremos utilizar esta jornada para ver hacia dónde nos puede llevar, ver cómo aplicar otros modelos o ver cómo podemos aprovechar todas las posibilidades para que Ávila pueda convertirse en la capital del circo en el siglo XXI», señaló.
Marina Jiménez, arquitecta y profesora de la Universidad de Valladolid, fue la encargada de abrir la cita apuntando algunas claves sobre el urbanismo de Ávila en la línea de «qué ciudad tenemos y qué ciudad queremos para el siglo XXI», un modelo en el que, afirmó, «puede caber perfectamente el imaginario del circo». «Ávila como escenario con la Muralla como telón de fondo o con otros telones de fondo que tiene la ciudad y que no explotamos bien», remarcó la arquitecta. En su intervención, abogó por «construir un proyecto colectivo de ciudad» en el que cada intervención aporte y reflexionó sobre la «ciudad de proximidad», un concepto que se tuvo muy presente durante el confinamiento y los primeros paseos en el radio de un kilómetro y que a su juicio encaja muy bien con el circo. «La vida de barrio - el valorar más la naturaleza o el hecho de tener cerca un descampado- tiene un potencial extraordinario para entender que la ciudad patrimonial y de turismo sostenible es todo su territorio, no solo el centro, y aquí es donde puede tener cabida la Ávila circense». Una ciudad, añadió, que tiene que «abrirse a todo su territorio patrimonial y natural» y que tiene que apostar por la regeneración, la renovación y la reutilización de algunos de sus espacios que hoy están «infrautilizados», subrayó.
En la jornada también estaba prevista la intervención (a través de un vídeo) de Cristina Izquierdo, arquitecta y gestora cultural, para hablar de los orígenes y las perspectivas del circo;Arturo Blanco, arquitecto y profesor de la Universidad Politécnica de Madrid y de Donald B. Lehn, presidente de la Federación Europea de Escuelas de Circo, en estos dos últimos casos para abordar ‘Contenidos dentro de los continentes. Presente y futuro’. Una mesa redonda con presencia de Sonsoles Prieto, teniente de alcalde del Ayuntamiento, y Alejandro Núñez, jefe de Cultura en Ávila, iba a poner el cierre a la propuesta.