Cáritas Diocesana de Madrid atendió en el año 2020 a 139.157 personas, sin contar las ayudas urgentes entregadas en situación de emergencia durante los primeros meses del estado de alarma, cuando tuvo que triplicar las ayudas, una situación de crisis económica y social que continúa este año y que ha llevado a detectar casos de trata de personas para explotarlas laboralmente.
"Ha sido un año muy duro para todos, pero, en especial, para las personas más vulnerables. La crisis sanitaria ha traído consecuencias económicas y sociales que han golpeado de manera especial a quienes peor lo estaban pasando. En este tiempo hemos visto crecer la pobreza y el sufrimiento, aunque también la solidaridad ha brotado de manera generosa en estos meses de dificultad", ha explicado el director de Cáritas Diocesana Madrid, Luis Hernández Vozmediano, durante la presentación de la Memoria anual de la entidad.
En ella se refleja que durante los primeros meses de pandemia las peticiones de ayuda a Cáritas Madrid se triplicaron y más del 85% de las solicitudes eran para las necesidades sociales, principalmente alimentos, suministros, gastos de vivienda y medicinas.
"Hemos vivido limitaciones, indicaciones y recortes a los que nos hemos tenido que adaptar sin olvidarnos de nuestra esencia, la acogida y acompañamiento a los más necesitados. Adaptamos nuestra actividad a las circunstancias excepcionales y a la emergencia sanitaria que estábamos viviendo, sin dejar de dar respuesta a las situaciones de necesidad urgente a las que nos debemos como Cáritas Diocesana de Madrid", ha explicado.
Se triplicaron las ayudas pero también llegaron a triplicarse el número de familias atendidas que acudían por primera vez a nosotros. Y más de 3.000 nuevas personas voluntarias se ofrecieron para ayudar en esos meses de confinamiento.
"Ahora que la vacunación avanza y que aumenta el número de personas protegidas, me gustaría pediros que no nos olvidemos de lo que hemos vivido y, sobre todo, de que muchos de nuestros hermanos siguen sufriendo las consecuencias de esta tremenda crisis social", ha dicho Luis Hernández Vozmediano.
En ese punto, ha agradecido al trabajo y esfuerzo realizado por las 455 Cáritas parroquiales, 21 obras sociales, 299 proyectos, 82 servicios y las 9.635 personas voluntarias para poder realizar su misión.
Incremento de ayudas y de donaciones
Además, han compartido 22.874 ayudas económicas a personas y familias, lo que significa un aumento del 56% respecto del año anterior, sin incluir ayudas en especie y ayudas con fondos de las parroquias. De estas ayudas, el 38% se ha destinado a alimentación e higiene, el 30% a suministros y alojamiento y el 32% para otras necesidades.
Las donaciones recibidas se han incrementado en un 71%, y el número de donantes en un 65%. En este escenario pusieron marcha nuevos proyectos para ofrecer respuesta a las necesidades de urgencia, como los microcréditos solidarios, los pisos para mujeres jóvenes, la entrega de menús a domicilio, el alojamiento de emergencia para personas sin hogar en la sierra y el centro de distribución de alimentos en Alcobendas.
Los representantes de Cáritas han recordado que además de las necesidades básicas de las personas y familias también abordan otras problemáticas relacionadas con el empleo, la vivienda y otras situaciones derivadas de la pandemia.
Perfiles de los demandantes
Hernández Vozmediano ha expuesto una de las realidades que se han encontrado en los recursos que ofrece Cáritas, que son casos de tratas de personas explotadas laboralmente por mafias. Son, según han explicado, personas con contratos de muchas horas, sin derechos, con salarios irrisorios y con amenazas y deudas con sus empleadores explotadores les impiden salir de esa situación.
También han detectado un incremento de demandantes de ayuda afectados por la precariedad laboral, "que provienen de sectores de la hostelería, comercio al por menor, textil, pequeños trabajos irregulares, etcétera". Además, han aumentado las familias con menores, monoparentales y migrantes, ha añadido Víctor Rodríguez, experto de Cáritas Madrid.
Ha apuntado que entre abril y agosto del año pasado las solicitudes a la entidad se triplicaron respecto al año anterior. En septiembre se produjo una reducción por la mejora de la situación social y de la reapertura de los recursos sociales, cerrados durante la primera ola de la pandemia.
No obstante, los datos no han vuelto a niveles anteriores a la crisis sanitaria, ya que se mantuvieron un 50 por ciento por encima y en 2021 "la situación no ha mejorado mucho más". Entre el 1 de enero y 14 de marzo de 2021 está un 44 por ciento por encima respecto al mismo periodo de 2020.
"Estos datos nos indican que la crisis social no ha terminado. La situación de las familias que siguen acudiendo a Cáritas es todavía es muy complicada", ha añadido Rodríguez.
De este modo, ha lanzado que solo el 7 por ciento tiene una vivienda en propiedad, el 8 por ciento ni siquiera pueden permitirse alquilar una vivienda, sino una habitación. Un dato "muy alarmante", sobre todo en los barrios del sur de Madrid, donde hasta el 38 pro ciento de las familias asistidas viven en alquiler por habitaciones y el 36 por ciento ha tenido que dejar su vivienda o lo está valorando por no poder afrontar los gastos.
"La situación de exclusión residencial en Madrid es realmente grave. En Cáritas hemos aumentado las ayudas económicas para que no pierdan su vivienda las familias, llegando a ser el 42 por ciento de las ayudas", añade el experto de la entidad.
Empleo, alimentación e IMV
Respecto al empleo, considera que esta crisis "no ha afectado por igual a todos los sectores" y que la recuperación se está notando "muy débilmente". Y es que el 61 por ciento de los demandantes de ayuda estaban en situación de paro en 2020 y en el 60 por ciento en 2021.
Además, el 61 por ciento de las familias no pueden permitirse mantener una alimentación equilibrada con carne, pescado, verdura y fruta.
En este punto, desde Cáritas critican que el impacto del Ingreso Mínimo Vital (IMV) aprobado el año paso está siendo "muy inferior" al que pesaban para reducir la pobreza y se ha quedado "muy por debajo de las expectativas". Y para mejorarlo apuestan que se pueda compatibilizar este IMV con las rentas mínimas de inserciones de las comunidades autónomas.
"No es admisible que la entrada de una nueva medida suponga que lleguemos a una situación por una mala coordinación de las administraciones. Si no se adoptan medidas muchos niños verán limitadas sus posibilidades de desarrollo, con consecuencias para toda la sociedad. Estamos muy lejos de lo que acabe la crisis. Solo el 20% de los asistidos en 2020 ya han superado su mala situación. Estamos muy lejos de que acabe la crisis", han manifestado.
"Pan partido, alimento de fraternidad"
'Pan partido, alimento de fraternidad' es el lema con el que este año la Iglesias Católica celebra la festividad del Corpus Christi, Día de Caridad, hoy jueves en la calle con cerca de 400 mesas informativas distribuidas por Madrid, para presentar y dar a conocer qué es y qué hace Cáritas Diocesana. Y el 6 de junio en las parroquias.
"En estos momentos de pandemia que estamos viviendo, hay muchas personas y familias que están pasando por momentos muy complicados, aún nos queda mucho por hacer, juntos saldremos de este complicado año sin dejar a nadie atrás", concluye el director de Cáritas Diocesanas de Madrid.