La hostelería vuelve a la calle y pide no más cierres

I.Camarero Jiménez
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Ante una situación de desgaste, pérdidas, sin clientes hasta junio, con ayudas escasas y medidas ineficaces piden revisar éstas cada 15 días, además de dimisiones, y anuncian nuevas demandas

La hostelería vuelve a la calle y pide no más cierres

Un día más, los representantes de la hostelería abulense se echaron a la calle para, ante las administraciones, escenificar ese sentir general que tienen y que no es otro que están pagando los platos rotos de una crisis en la que estiman ya pueden aguantar poco más. Ha habido demandas contra el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea y contra la consejera de Sanidad, Verónica Casado y anuncian más. De hecho según el presidente de la Federacion de Hostelería de Confae, Víctor Gómez, ya han contactado con 6 despachos de abogados para que defiendan las demandas particulares de los abulenses afectados a los que animan a acudir a los tribunales. Claramente se sienten perjudicados y las pérdidas son cuantiosas pero es que además no entienden el por qué se siguen empeñando desde la Junta en mantener los cierres perimetrales hasta que acabe el estado de alarma.

Son muchos los frentes abiertos y las causas que les llevan a la calle, por supuesto, el no tener opción de ejercer su derecho al trabajo, el estar condenados a tener pérdidas y también la escasez de ayudas que se quedan muy cortas a su juicio. 

Este martes, en protesta por todo ello, llegó un día más de escenificación de esos ‘platos rotos’ que tienen claro que están pagando, una ‘performance’ que se llevaron a la DelegaciónTerritorial de la Junta, a la Subdelegación de Gobierno y después al Ayuntamiento. Por cierto esta iniciativa ‘abulense’ la han hecho propia en Hostelería de España, que integra a más de 50 asociaciones hosteleras de todas las provincias del país y ayer también la llevaron a cabo. 

Durante la convocatoria  en Ávila y para plasmar todo esto tomó la palabra el presidente de la Federación de Hostelería de Ávila, Víctor Gómez que animaba a acudir a los tribunales ante una «incoherencia y una injusticia». Recordaba además que Igea llegó a decir que los hosteleros no eran los culpables, apuntaba Gómez,  y ante ello pedía, porque además el cierre de la hostelería y el toque de queda no ha tenido la repercusión esperada, que se revisen cada 15 días todas las medidas, incluyendo los cierres perimetrales pues tal y como lo están haciendo están «desanimando» a que cualquier persona que quiera viajar cuando se recupere cierta normalidad «no piense en Ávila». De hecho aseguraba que hoteles, restaurantes, casas rurales no reciben más que cancelaciones y «estamos vacíos hasta junio».

Por su parte, el vicepresidente de la federación, Fernando Alfayate pedía «las ayudas que tienen que darnos». También puso de manifiesto que, pese a todas las restricciones, «somos líderes en subida de covid y en restricciones» y a la vez «somos el farolillo rojo en ayudas». Como ejemplos de lo contrario mencionaba a Exttremadura que establece hasta 12.000 euros de ayuda;o Castilla La Mancha, con 10.000. Insuficientes, decía, pero mejores que las de la región.  Una región en la que al frente de estas medidas están Igea y Casado  de los que pedía la dimisión, al igual que de los que les aconsejan .

Un panorama negro para un sector que este martes también fue defendido por la Asociación de Sumilleres Abulense, cuyo presidente Aurelio González puso en valor la ejemplaridad de los compañeros y para los que pidió «ayudas» y que «se dejen de propinas» porque recordó que de este sector dependen muchos puestos de trabajo. No obvió que la actual situación está llevando a un desgaste tanto emocional como personal y con el que considera se están teniendo soluciones «insuficientes e insultantes». También en representación de los hoteles abulenses, Marcos Sánchez,  que se preguntaba «¿qué sentido tiene el cierre?». Al tiempo que afirmaba que «lo hemos asumido» pero éste en el que estamos «debe ser el último cierre»  porque «según los datos no está teniendo repercusión» y se está cohartando el derecho constitucional al trabajo.

Pedía a los políticos que se bajaran de sus asientos y se pusieran al nivel de los traajadores del sector abogando porque economía y sanidad deben ir de la mano. Ahora bien apuntó que si las cosas continúan como hasta ahora va a acabar en «una insumisión y en la desobediencia», «hasta ahora nos hemos comportado bien pero estamos a un paso de no poder sujetar a la gente».

En su caso, su hotel, 4 Postes está abierto, de los pocos pero a base de tirar «de recursos propios» para afrontar «una cantidad ingente de gastos». Si siguen así las cosas «no llegaremos al final del estado de alarma»