En plena crisis sanitaria del coronavirus llega una de esas historias humanas que nos conmueven y nos impactan a partes iguales. Un bebé recién nacido, de «pocos días» de vida, fue hallado al mediodía ayer en el aparcamiento de un supermercado ubicado en la avenida Juan Carlos I de la capital abulense. Estaba desnudo, envuelto en una sábana y metido en una bolsa de supermercado, y había sido depositado en uno de los carros que se amontonan a la espera de clientes. Una chica que iba a depositar una moneda en el carro se encontró con la sorpresa... Lo oyó llorar y enseguida se dio cuenta de lo que había. Avisó en el establecimiento y enseguida dieron cuenta del hallazgo a los servicios de emergencias.
Luis Merino, un sanitario abulense que se encontraba pagando su compra, salió corriendo y, con la ayuda del personal del supermercado, sacó al bebé del carro y lo cogió en sus brazos. «Estaba llorando, se le veía algo sucio, pero parecía que no estaba en malas condiciones, porque le metí el dedo en la boca y se calmó», asegura este hombre que nos cuenta la historia. Desde el ‘súper’ llamaron al Servicio de Emergencias-112 y al poco tiempo acudieron al lugar agentes de la Policía Local y la Policía Nacional, que tomaron declaración a los testigos y esperaron la llegada de la ambulancia que trasladaría al bebé al hospital, donde no le apareciaron daños e indicaron que nada urgente en materia de salud necesitaba y que había nacido hace dos o tres días, informaron las mismas fuentes policiales. El niño fue asistido en el Hospital Nuestra Señora de Sonsoles por el Servicio de Pediatría que, al llegar el pequeño, activó el protocolo de asistencia a menores de los Servicios Sociales de la Junta. s
El Cuerpo Nacional de Policía ha iniciado una investigación para esclarecer los hechos y también ha comunicado el hallazgo a la Fiscalía de Menores, que optó por trasladar el asunto al Juzgado de Guardia, al tratarse de una cuestión penal, por un presunto delito de abandono de un menor. Ahora habrá que ver las circunstancias en las que se ha producido este abandono. El Código Penal, y su artículo 229 es muy concreto: «1. El abandono de un menor de edad o una persona con discapacidad necesitada de especial protección por parte de la persona encargada de su guarda, será castigado con la pena de prisión de uno a dos años. 2. Si el abandono fuere realizado por los padres, tutores o guardadores legales, se impondrá la pena de prisión de dieciocho meses a tres años. 3. Se impondrá la pena de prisión de dos a cuatro años cuando por las circunstancias del abandono se haya puesto en concreto peligro la vida, salud, integridad física o libertad sexual del menor de edad o de la persona con discapacidad necesitada de especial protección, sin perjuicio de castigar el hecho como corresponda si constituyera otro delito más grave».
Experiencia. «Ha sido una experiencia increíble, pero mala. Está claro que parece un abandono y no sé las circunstancias que hay detrás, pero es duro encontrarte así a un bebé», explicaba este sanitario, quien también quiere ver la parte positiva y agradece que, dentro de lo que cabe y a falta de una exploración en profundidad, el recién nacido no parece que se encontrara mal de salud.
«Yo creo que tendría tres o cuatro días de vida como mucho, porque estaba sucio», contó Luis Merino. Por donde fue encontrado, en un carro en el exterior a la vista de todos, está claro que «lo habrían dejado allí hacía poco, seguramente unos minutos». El recién nacido fue asistido primero por los trabajadores y por los agentes policiales, uno de ellos mujer, que se desplazaron al hipermercado tras ser avisados. Inmediatamente solicitaron la presencia de una ambulancia para trasladar al bebé hasta un centro hospitalario. Fuentes policiales consultadas por este periódico indicaron que las mujer policía que atendió al bebé, que lleva más de veinte años en el Cuerpo, no había que enfrentarse a una situación como esta.
El bebé, un varón de rasgos muy morenos y «muy pequeñín», fue atendido por el Servicio de Pediatría del Hospital. Los Servicios Sociales de la junta de Castilla y León activaron el protocolo de asistencia a menores que en una situación normal se inicia la búsqueda de una familia de acogida temporal, mientras se comienza el proceso de adopción. Pero en una situación de emergencia sanitaria como la que vivimos, no está claro.