El madrugón mereció la pena, también el viaje en autobús hasta Bemposta (Portugal), que sirvió para que las cinco mascaradas de invierno de la provincia de Ávila estrecharan más lazos aún si cabe, sobre todo entre las personas que con su empeño siguen manteniendo vivas estas tradiciones en sus respectivos pueblos, que este sábado las llevaron fuera de España para participar en el III Encuentro de Rituales Ancestrales. Allí se dieron cita casi medio centenar de mascaradas procedentes de distintos puntos de Italia, Portugal y España, entre ellas las abulenses, que acudían por primera vez a este gran evento, en el que también estuvieron presentes otras manifestaciones de la cultura popular, especialmente gaiteros.
Los harramachos de Navalacruz, los machurreros de Pedro Bernardo, los cucurrumachos de Navalosa, Las Toras de El Fresno acompañadas por los cencerros y los zarramaches de Casavieja desfilaron por las calles de Bemposta, del mismo modo que lo hacen aquí cada año coincidiendo con Mascarávila, pero compartiendo esa gran manifestación con personajes ancestrales lusos e italianos, además de españoles de otras provincias y regiones.
Eso fue, quizá, lo mejor del día, «conocer a gente de otros países a la que, como a nosotros, les gusta su cultura y sus raíces», nos contaba desde allí una participante en la delegación abulense, en la que también había niños a los que sus padres están inculcando ya desde la infancia la necesidad de preservar esas tradiciones en primera persona.
Además de la ilusión de internacionalizar las mascaradas de Ávila, de enseñarlas con orgullo fuera de las fronteras de nuestro país, los más de cuarenta abulenses que participaron en el III Encuentro de Rituales Ancestrales de Portugal volvieron a sus pueblos satisfechos con la experiencia, que por cierto tenían pendiente desde que, en 2020, fueron invitadas a participar en un encuentro similar celebrado en Lisboa al que, finalmente, no pudieron acudir debido a la pandemia.
La participación en el desfile de este sábado en Bemposta sirvió también como preparación. No en vano, tres de las cinco mascaradas de invierno de la provincia de Ávila salen coincidiendo con el Carnaval, por lo que están a unos pocos días de volver a verse a los machurreros por las calles de Pedro Bernardo, a los harramachos por las de Navalacruz y a los cucurrumachos por las de Navalosa.