La selección española masculina de balonmano encajó este viernes su primera derrota en los Juegos Olímpicos de Tokio tras perder de forma clara ante Francia por 37-31, después de un partido flojo donde no ofreció sus mejores sensaciones y que le aparta prácticamente del primer puesto.
El fluido juego y la intensidad defensiva que habían ofrecido hasta el momento los 'Hispanos' en la capital japonesa no comparecieron en esta ocasión, y se antojaban aspectos necesarios para tratar de batir a los franceses, muy entonados, sobre todo Remili, y que se tomaron la revancha de la derrota por el bronce en el pasado Mundial. Además, la baja de Viran Morros, jugador clave atrás, se notó en exceso en un equipo, menos 'alegre' de lo habitual.
'Fiel' a su puesta en escena en los partidos en el Yoyogi, España salió a remolque del rival. La baja de Viran Morros se hacía notar en el centro de la defensa, donde Jordi Ribera hacía probaturas, y Francia, con una primera línea muy acertada, lo aprovechaba para coger el mando rápidamente (4-1).
Los 'Hispanos', algo acelerados en ataque, sólo podían anotar desde el siete metros y tardaron más de ocho minutos en hacerlo de otra forma, pero sacaron partido a una superioridad para igualar las cosas (6-6). Fue un espejismo por los de Guillaume Gille, más intensos, se volvieron a escapar y dos pérdidas consecutivas hicieron saltar las alarmas (13-8).
La actual doble campeona no conseguía regularidad ni atrás ni delante y pese a los tiempos muertos solicitados por Ribera, no conseguía volver a meterse dentro de un encuentro que al descanso estaba cuesta arriba (18-12) y que demandaba un cambio de sensaciones.
España lo intenta sin éxito
Y esas, con el seleccionador pidiendo más alegría a los suyos, llegaron tras el paso por los vestuarios, aunque su efecto no fue en un acercamiento que hiciera ponerse nerviosos a los franceses, cuya ventaja no bajaba de los tres tantos y que seguían jugando con cierta comodidad, aunque empezaban a encontrar más oposición con Gonzalo Pérez de Vargas.
Pese a todo, en ataque no había tampoco excesivo acierto mientras se agrandaba la figura de Gerard, que levantó un 'muro' desde todas las posiciones. Las paradas del portero francés permitieron a los suyos abrir más la brecha (30-22) a falta de diez minutos y dejar casi sentenciado el choque. España, con la tensión subiendo en algunas acciones, aún tuvo fuerzas para no dejarse llevar por la desventaja y evitó una derrota más dura ante un rival que también aflojó.