Cardeñosa: la piedra angular del patrimonio abulense

Mayte Rodríguez
-

El granito de Cardeñosa resultó esencial para la construcción de los monumentos de Ávila entre los siglos XV y XVIII, según concluye la investigación multidisciplinar recogida en un libro presentado este lunes y publicado por la USAL

Cardeñosa: la piedra angular del patrimonio abulense - Foto: David González

En pleno siglo XVI, un tiempo de vías de comunicación muy precarias y medios de transporte igualmente muy limitados la piedra granítica de Cardeñosa llegó a ser trasladada «en cantidades ingentes» también fuera de Ávila. De hecho, no sólo se empleó  para levantar los palacios e iglesias abulenses, sino que «llegó a utilizarse en la plaza Mayor de Valladolid y en todas las plazas colindantes». Nos lo explica Eduardo Arjona, doctor en Historia del Arte y uno de los autores del libro 'La piedra en el patrimonio monumental', que recoge las conclusiones de un estudio que se prolongó durante cuatro años, fruto de una ayuda a la  investigación otorgada por el Ministerio de Educación, al que también se dedicó un congreso  cuyas actas conforman esta obra multidisciplinar.  Presentada este lunes en la Escuela de Educación y Turismo de la USAL en Ávila, la publicación corre a cargo de la Universidad de Salamanca con la colaboración de la Diputación Provincial de Ávila.

Otra de sus conclusiones es que «la expansión del granito de Cardeñosa» se prolongó «desde finales del siglo XV hasta el siglo XVIII» y que las canteras de las que allí se extraía la piedra llegaron al millar.

La investigación recogida en el libro revela también «la importancia de las distintas variedades de granito de Cardeñosa, que parece un término genérico pero los geólogos del equipo llegaron a establecer hasta cinco variedades distintas, desde el  más gris y de grano más grueso hasta el más fino, y cada una se utilizaba en elementos arquitectónicos diferentes», detalló Arjona en conversación con esta Redacción. En esta idea abundó el profesor Raimundo Moreno,  quien explicó que para los historiadores del arte «revisitar los monumentos junto a geólogos» les ofreció «una perspectiva nueva» articulada en esa «selección del granito de Cardeñosa que fue fundamental en Ávila» porque de esas distintas variedades unas se utilizan «para la Muralla, otras para las iglesias» e, incluso, entre la piedra destinada a la construcción de los templos «una funcionaba para las bóvedas, otras exclusivamente para espacios ornamentales, ...», detallaba. De hecho, hay variedades graníticas que sólo se usaron para «la confección de las portadas de los palacios del siglo XVI». Precisamente, la investigación ha permitido concluir cómo «hay tipos de granito que se emplearon  para la arquitectura civil y otros se usaron sólo para la arquitectura religiosa a través de una nueva lectura que nos ha permitido conocer mucho mejor el patrimonio monumental», recalcó Raimundo Moreno.

El estudio llegó también a determinar que durante un siglo y pese a la «carestía económica que había en España entre 1.630 y 1.750 los canteros de Cardeñosa se especializaron en la realización de cruceros», que han sido documentados más allá de los límites en los que esa piedra se usó en la construcción de monumentos.