Teatro sobre un escenario de rocas y encinas

Mayte Rodríguez
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La piedras pintadas de Ibarrola en Garoza albergaron este sábado nuevos pases de las monodosis teatrales que también se interpretaron allí el viernes como una propuesta cultural que combina ese patrimonio con las artes escénicas

Teatro sobre un escenario de rocas y encinas - Foto: Isabel García

 En el teatro reside la pura esencia de la vida, concebido desde la libertad de quien inventa un texto y plasma en él un argumento al que darán vida los actores, convertidos en personajes de una historia que harán suya durante el tiempo que dure la obra. En el caso que hoy nos ocupa, breve. No en vano, se trata de monodosis teatrales que bajo el título de ‘Cualquier otra parte’ buscan principalmente sorprender al público al tiempo que poner en valor un entorno único y singular como el espacio en el que se desarrollaron las actuaciones: la dehesa de Garoza de Bracamonte, en la que se encuentran las piedras pintadas de mil colores por el artista vasco Agustín Ibarrola. 

La propuesta, sin duda original, no solo sacó el teatro a la calle sino que lo colocaba en plena naturaleza, brindando como escenario las moles de granito que configuran el paisaje de ese lugar, marcado por el perfil de las encinas centenarias y de las enormes rocas que salpican el lugar. Sobre ellas actuaron los actores, Magali Parra y Alejandro Fernández, dirigidos por Pilar Rodríguez, que interpretaron el texto escrito por Cristina Hernández, en torno a una pareja que decide cambiar el rumbo después de que ella pase dos meses en el campo y ese tiempo de reconexión con la naturaleza le permita darse de cuenta de lo vana que era su vida en la ciudad. «Aquí encuentra la paz hasta el punto que quiere hacerse pastora de ovejas», nos cuenta Pilar Rodríguez, que define la obra como «amable y divertida» y subraya el privilegio de ponerla en escena en un lugar tan especial como Garoza.

Unas 150 personas asistieron a los cuatro pases ofrecidos en la tarde de este sábado y 120 hicieron lo propio en la del viernes, principalmente «gente de Ávila, aunque también han venido de Muñogalindo», apuntaba Lara Rubín de Celis, encargada de la gestión del proyecto Ibarrola en Garoza. 

 

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