Estos días sin duda hace falta un santo dedicado al trabajo, quizá por eso muchos sean los que se acuerden de San José Obrero, que martillo en mano este miércoles salió de procesión.
El barrio que se conoce por el nombre del santo está estos días de fiesta, aunque la principal jornada se vive con la misa y la procesión con la imagen del santo por las calles de la ciudad.
Poco antes de las 13,00 horas y con el cartel de ‘¡Felices fiestas!’ colgado de la iglesia, la dulzaina y el tamboril de Rebolada recibió la salida de la imagen de San José Obrero desde el templo del mismo nombre. Música del himno nacional para comenzar una comitiva en la que se contó con diez estandartes de cofradías para recordar que, aunque estemos inmersos en las fiestas de San Segundo, también hay espacio para acordarse de este otro santo, principalmente desde su barrio.
La procesión comenzó a recorrer las calles del barrio acompañada por muchos de los fieles que habían asistido antes a la eucaristía y que aprovecharon que el cielo finalmente se abrió y la lluvia se alejó durante el recorrido.
Tras los primeros aplausos que recibió el santo cumplió con otra cita que ya es casi obligada y que forma parte de la procesión, la parada en la residencia de la tercera edad que está a pocos metros de la iglesia y donde una, vez más, era esperado el paso de la comitiva.
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