Pioneros en la conservación de carreteras, los camineros se encargaban de velar por el mantenimiento de las principales vías de comunicación en los años 50 o 60 cuando se construyeron viviendas a lo largo de toda la geografía nacional para su residencia y la de sus familias. Con el tiempo su oficio se perdió por la modernización de las carreteras y el crecimiento urbanístico de las ciudades se «comió» en la mayoría de casos estos inmuebles. Hoy en día, con muchos de estos edificios todavía en pie, se busca una nueva vida para ellos y Castilla y León quiere convertirlos en viviendas destinadas a dar una oportunidad a todos esos jóvenes que quieren emanciparse.
Las edificaciones de oficio de camineros eran propiedad del Estado, aunque la mayor parte de ellas pasaron en 1984 al parque inmobiliario de la Junta de Castilla y León, junto con las transferencias de carreteras. En la mayoría de los casos no estaban teniendo un uso específico, sino que incluso su conservación costaba dinero al Gobierno regional. En el año 2021, la Junta inició un proceso para subastar las cerca de 400 viviendas en 26 localidades que eran de su propiedad en ese momento. Aunque desde la Consejería de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente no han concretado el número de casas que se vendieron durante esos años a través de subasta, en la actualidad ha sacado un nuevo plan específico para rehabilitar estos edificios y ponerlas a disposición del parque público de viviendas de la Comunidad, en concreto se destinarán al alquiler para jóvenes menores de 35 años.
Dicho plan implica una inversión de más de 17 millones de euros para la puesta a punto de 133 viviendas de camineros que se encuentran distribuidas entre nueve municipios de la Comunidad: Barco de Ávila, Astorga, Valencia de Don Juan, Peñaranda de Bracamonte, Ciudad Rodrigo, Soria, Medina de Rioseco, Zamora y Puebla de Sanabria.
En total, Castilla y León llegó a contar con viviendas de camineros en 26 municipios con una suma total de 520 casas, siendo por cada una de las agrupaciones de veinte viviendas. El diseño de algunas de ellas como las de Villadiego –construidas entre 1963 y 1972– y las de Medina de Pomar –construidas en 1971–, ambas en la provincia de Burgos, fueron obra del arquitecto Luis Cubillo de Arteaga. Ahora estos inmuebles se modernizarán en su interior, ya que se debe mantener su fachada original, donde se ejecutará una importante actuación «en la envolvente térmica y acústica», con el fin de reducir el gasto energético, y además se instalarán un ascensor y una rampa para favorecer la accesibilidad.
Casillas de camineros
Además de las viviendas de camineros, Castilla y León también cuenta con un amplio patrimonio de 'casillas de los camineros', unas casetas pequeñas diseminadas y, en algunos casos derruidas. No obstante también se han estudiado sus posibilidades, ya que algunas de ellas se encuentran en capitales. Xosé Luis Martínez, investigador sobre este tipo de instalaciones a nivel nacional, detalla que en Castilla y León existen al menos 59 en pie que son titularidad de la Junta, así como otras ocho en ruina en la provincia de Ávila. A estas se suman 90 parcelas de demoliciones y otras siete que son propiedad de la DiputaciónProvincial de Zamora.
Respecto a la conservación de estos inmuebles en la Comunidad, el experto señala que «se debería preservar ya siendo preparándolas para viviendas para jóvenes o para otro como consultorios de atención primaria, tal como ocurre en Parandones, en la localidad de Toral de los Vados (León), en la carretera LE-5221». También hay otros dos edificios que están protegidos y catalogados en los planes generales municipales como en La Bañeza (León), en la antigua carretera N-VI, y en Medina de Rioseco (Valladolid), las viviendas de camineros.