Sinopsis oficial
Henri Grouès, nacido en una familia burguesa, está decidido a convertirse en sacerdote. Sin embargo, al comenzar la Segunda Guerra Mundial, se une a la Resistencia. Tras perder a un amigo en el campo de batalla y enfrentarse a los horrores de la guerra, Henri emerge como un hombre nuevo: Abbé Pierre. Durante el resto de sus días, se propondrá luchar por las personas sin hogar y dar voz a los más vulnerables.
La crítica -
Por Juana Samanes
Biopic del sacerdote católico Henri Grouès, fundador de los traperos de Emaus, que tuvo existencia agitada.
De familia acomodada, aunque en principio decidió ingresar en una orden de vida contemplativa, pronto sus superiores le indicaron que no era su verdadera vocación, por lo que se convirtió en un sacerdote aparentemente sencillo. Precisamente esa etapa fue muy fructífera en el servicio a los demás puesto que, durante la Segunda Guerra Mundial, se enroló en la Resistencia y salvó muchas vidas al ayudar a escapar a decenas de judíos pasándoles la frontera. De ahí proviene el apelativo de Abbé Pierre, con el que se le conoció popularmente. Una vez terminada la contienda fue elegido miembro de la Asamblea Nacional, mientras ya estaba totalmente implicado en la lucha por las personas sin hogar. Precisamente la búsqueda de recursos económicos para mantener las comunidades de la gente que recogía esté en el germen de los traperos.
Calificado como "la voz de los sin voz" y figura icónica de Francia, este biopic posee una puesta en escena más que correcta, mientras que el discurso del Abbé Pierre está de rabiosa actualidad desde el momento que el luchó, fundamentalmente, para lograr que la gente pobre que vivía en la calle tuviera un hogar, lo que en España llamaríamos viviendas sociales. Una de las imágenes más emotivas de la película es discurso radiofónico que pronunció en Radio Luxemburgo, el 1 de febrero de 1954, que revolvió conciencias y logró la movilización social para ayudar a las miles de personas que, en un invierno frío, pernoctaban en las calles. A este respecto la actuación de Benjamin Lavernhe es realmente sobresaliente metiéndose en la piel de este sacerdote que esgrimía la caridad por bandera
No obstante, llama la atención que se trata de una película en la que se habla continuamente de justicia social pero poco de fe, algo que choca siendo el Abbé Pierre un sacerdote católico.
Este film tuvo una gran acogida en su estreno en Francia, superando los 350.000 espectadores en su primera semana, alcanzando el número 1 de la taquilla gala.
Fallecido en el año 2007, el pasado mes julio su nombre y su figura se veían enturbiadas por la denuncia por agresiones sexuales y acoso de siete mujeres. Los presuntos actos habrían ocurrido entre los años 1970-2005