Desde hace unos años, y dentro de un proyecto promovido desde Autismo Ávila, el Colegio Diocesano Pablo VI cuenta con un aula concertada específica para niños y niñas con trastorno del espectro autista a la que en la actualidad asisten cuatro alumnos de estas características. Pese a lo idóneo de la ubicación de este aula lo cierto es que el autismo implica «una serie de dificultades de comunicación pero también de algunas alteraciones de la percepción sensorial que hacen que los ruidos sean especialmente distractores para las personas con espectro autista, que necesitan de un entorno muy controlado sensorialmente». Por ese motivo, hace un par de años Autismo Ávila llamó a las puertas de la Fundación Once y del Club Rotary de Ávila para poder acometer una obra de adecuación del Aula Trébol para que este espacio fuera lo más adecuado posible desde el punto de vista sensorial. Así, y gracias a la ayuda económica recibida de ambas instituciones, se ha llevado a cabo una insonorización completa del aula para evitar los ruidos que son habituales en cualquier centro educativo y especialmente intensos en ciertos momentos como las salidas al patio. Además, aprovechando estas obras de insonorización se han introducido en este espacio una serie de mejoras en cuanto a equipamiento.
«La educación es la etapa más importante de la vida, no solamente para nuestros niños sino también para el resto de alumnos de este colegio a los que este proyecto da la oportunidad de crecer y desarrollarse acompañado de niños que tienen unas capacidades diferentes», destacó Gerardo Herrera, presidente de Autismo Ávila, durante una rueda de prensa para presentar las mejoras del Aula Trébol, un centro que «permite que niños con autismo compartan a lo largo del día diferentes espacios con los niños con desarrollo típico a través de una escolarización combinada por la cual pasan parte de su tiempo en el aula ordinaria y otra parte en el aula específica, participando en todas las actividades que desarrolla el colegio».
El Aula Trébol de Ávila es el único centro de Castilla y León, junto con otro existente en Burgos, dirigido a niños con autismo integrado en un colegio concertado si bien en los centros públicos también se realiza educación combinada. «Desde educación se está trabajando muy fuerte por la inclusión educativa a través de la puesta en marcha de apoyos inclusivos de comunicación y lenguaje en los centros ordinarios, lo que permite trabajar con alumnos con autismo y también con aquellos con trastornos del lenguaje muy significativos», explicó Ester Varela, asesor técnico docente de la Dirección Provincial de Educación, que apuntó que en el caso de Ávila se ofrece esta educación combinada en los colegios La Encarnación, El Pradillo y Juan de Yepes.
Por su parte, Sergio Bustos, presidente de los rotarios abulenses, apuntó que este proyecto encajaba perfectamente con la línea estratégica de esta agrupación filantrópica de «atender a la población infantil en riesgo», mientras que Javier González Jara, consejero territorial de la ONCE en Ávila, también habló de la sintonía de este proyecto con el objetivo de la organización a la que pertenece que «lucha cada día porque todos los niños y niñas con discapacidad de este país tengan una educación totalmente adaptada y accesible». También presente en esta rueda de prensa, la teniente de alcalde de Servicios Sociales, Paloma del Nogal, destacó la «normalidad» que este aula da a los niños con autismo, mientras que Pablo Martín, director del Pablo VI, apunto que «este colegio que tiene mucho que agradecer a Autismo Ávila porque nuestros alumnos tienen la posibilidad de convivir, crecer y aprender con alumnos con capacidades diferentes».