Un 46% de los españoles menores de 45 años vuelven a tener ganas de formar una familia en un horizonte temporal corto, lo que supone un incremento de 20 puntos con respecto al año pasado (26%) cuando la pandemia de la COVID-19 "frenó en seco" esta decisión, según el XI Barómetro de las Familias en España de The Family Watch.
"La pandemia frenó en seco todos estos planes de futuro, estábamos más pendientes del corto plazo, de salir vivos en el día a día, que del largo plazo", ha explicado la directora de Investigación de GAD3, Sara Morais, este lunes en rueda de prensa.
Ahora, según ha precisado, los españoles vuelven a "retomar" estos planes, desde comprar una vivienda hasta formar una familia porque "la percepción económica es cada vez mejor" y "se crea un clima de estabilidad necesario para tomar este tipo de decisiones".
Si bien, el informe revela que entre las prioridades de los españoles siguen estando, por delante de formar una familia, prosperar a nivel laboral o viajar y conocer otras culturas.
Asimismo, tal y como ha precisado la directora de The Family Watch, María José Olesti, el estudio pone de manifiesto la "profunda huella" que ha dejado en las familias españolas el "desgaste físico y emocional" por la pandemia y ha apostado por "potenciar el papel de la familia en la sociedad".
Entre los datos que revela el barómetro, destaca que ocho de cada 10 entrevistados piensan que existen dificultades a la hora de formar una familia respecto a generaciones anteriores y "solo" la mitad de los encuestados afirman que el hecho de formar una familia está bien valorado a nivel social y laboral, especialmente entre los mayores de 45 años.
"La natalidad sigue siendo un gran problema en nuestro país. Si no ofrecemos a los jóvenes oportunidades y les facilitamos poder formar una familia, e incluso emanciparse, difícilmente se plantearán tener hijos", ha subrayado María José Olesti.
Preocupan las adicciones digitales
Por otro lado, Olesti ha precisado que otra de las cuestiones que más preocupan a las familias españolas son las "adicciones digitales" y las redes sociales por la "sobreexposición de la imagen" de los hijos, seguida de la "incapacidad de filtrar contenidos inapropiados" o de "determinados comportamientos que transmiten algunos influencers".
A pesar de esta preocupación, el 35% de los entrevistados con hijos menores de edad afirman haber comprado un móvil a sus hijos y la edad media para hacerlo son los 12 años. Además, una cuarta parte lo hicieron antes de que sus hijos cumplieran esta edad y "solo" un 1% lo hizo cuando sus hijos habían cumplido los 15 años.
Sobre las consecuencias de un excesivo e inadecuado uso de Internet, el 85% de los encuestados ve con buenos ojos aumentar la regularización sobre la publicidad con menores. Asimismo, cerca del 80% de los entrevistados cree también que la publicidad muestra a preadolescentes con actitudes adultas y el 72% cree que se da una imagen sexualizada de los preadolescentes.
Una medida clave para el 77% de las familias sería que cuando se contrate una línea de Internet, esta venga, por defecto, con limitación de acceso a determinados contenidos, (pornografía, juegos online, etcétera), algo que han solicitado desde The Family Watch tanto a operadores como a partidos políticos.
"En países como Francia e Italia ya se ha implementado y España debería seguir el mismo camino, por eso consideramos que es el momento de que las operadoras se impliquen", han subrayado.
Por otro lado, en cuanto a la salud mental y física de los españoles después de dos años de pandemia, el informe revela que tres de cada cuatro entrevistados afirma haber sentido preocupación por su situación y cerca del 65% se han sentido más angustiados e irritables en el último año.
Además, seis de cada diez encuestados aseguran haber sufrido alteraciones del sueño y uno de cada cinco reconoce haber necesitado ayuda psicológica o psiquiátrica y haber consumido ansiolíticos por primera vez. Por franjas de edad, un 34% de los jóvenes entre 18 y 24 años señalan que acceden a los servicios psicológicos.