De las tertulias literarias en Las Cancelas, al papel

E.Carretero
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José María Muñoz Quirós publica, bajo el amparo de la IGDA, un ensayo en el que analiza los 27 números que entre los años 1953 y 1956 se publicaron de El Cobaya, la revista literaria nacida en Ávila al hilo de lo que sucedía en el país

De las tertulias literarias en Las Cancelas, al papel

Durante la España de postguerra, y más en concreto a partir de los años 50, en nuestro país comenzaron a ver la luz publicaciones literarias en las que jóvenes escritores y firmas más reconocidas compartían no solo sus poemas y narrativa sino también sus anhelos. También Ávila tuvo su revista cultural, promovida en este caso por un grupo de intelectuales que se reunían en el bar Las Cancelas, en la calle de la Vida y la Muerte. De aquellos encuentros culturales nació en 1953 el primer número de El Cobaya, una revista literaria en la que colaboraban escritores y poetas y también artistas plásticos, que con sus dibujos enriquecían las páginas de esta publicación. 

Sobre la primera etapa de El Cobaya, que duró hasta 1959, versa el ensayo que el poeta y catedrático de Lengua y Literatura José María Muñoz Quirós ha publicado bajo el paraguas de la Institución Gran Duque de Alba. Curiosamente, en 1997 y después de casi cuatro décadas, él mismo relanzó esta publicación literaria que retomando el espíritu de aquella revista se sigue publicando en la actualidad. 

'La revista El Cobaya (Ávila, 1953-1959) Primera Etapa' es el título de este ensayo que Muñoz Quirós publica a partir de la tesis doctoral que, sobre este mismo tema, hace unos años presentó en la Universidad de Valladolid. 

Como «un reto», por cuanto esta obra no está dentro de la línea literaria de Muñoz Quirós, destacado poeta, definió el autor esta publicación que recorre todos los números publicados entre esas dos fechas para analizar no solo textos y contenidos sino también para analizar una época de la historia de la literatura que fue muy importante.  «No se puede entender la literatura española de los años 50 y 60 sin entender la importancia que tuvieron las revistas culturales que durante aquellos años surgieron por todo el país», aseguró Muñoz Quirós durante la presentación de este ensayo que recorre, uno a uno, los 27 números que esta revista lanzó durante los seis años de su primera etapa. Una época en la que por las páginas de El Cobaya, nombre que tomó porque uno de sus impulsores, Faustino Cermeño, era analista de laboratorio y acudía siempre a las reuniones con un roedor de esta especie, pasaron autores de la talla de Vicente Aleixandre, que fue de hecho el «faro» de esta publicación. 

«La idea inicial era publicar cada mes», recordó Muñoz Quirós las intenciones de Teresa Barbero o Joaquín Fernández, algunos de los impulsores de esta publicación que en sus dos primeros números contó con la colaboración gráfica de Benjamín Palencia y que debido a las dificultades de financiación amplió la periodicidad de las publicaciones.     

En la presentación, Muñoz Quirós estuvo acompañado del director de la IGDA, Maximiliano Fernández, quien alabó la «calidad poética y activismo cultural» del autor, y también por el diputado provincial de Cultura, Eduardo Duque, que destacó el «compromiso» con la cultura de la institución provincial.