Ajedrelandia o Arévalo, la ciudad global del Ajedrez

David Casillas
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El poeta y artista Eduardo Scala defiende los muchos valores que atesora la capital de La Moraña para ser considerada la localidad del mundo que más méritos acumula para convertirse en un referente fundamental en la historia de ese fascinante

Ajedrelandia o Arévalo, la ciudad global del Ajedrez

Eduardo Scala, poeta y artista madrileño, arraigado en la ciudad de Ávila desde hace años (y a cuyo Archivo Histórico ha donado su obra), intervino recientemente en el ‘II Festival de Ajedrez VIII Centenario Universidad de Salamanca’, encuentro que contó con la participación de destacadas figuras mundiales en ese juego mental y que estuvo dirigido por el maestro Amador González de la Nava. 

El poeta impartió en esa cita la conferencia titulada ‘Apuntes de Castilla y León para la historia del milenario juego’, y presentó también el proyecto ‘Ajedrelandia o Arévalo, la ciudad global del ajedrez’, una iniciativa que defiende la enorme importancia que esa localidad abulense ha tenido y tiene en el campo del ajedrez Scala lleva años defendiendo e intentando comunicar. 

Ya en El juzgador de AjedreZ, libro que recoge más de cuarenta años de su experiencia ajedrecística (Árdora Ediciones, Madrid, 2014), concluye con el aviso de la Torre de los Ajedreces y la necesidad de realizar una fundación en torno a la cultura del milenario juego en Arévalo, ciudad que asegura que «contiene todos los fundamentos históricos para proclamarla la ciudad global del ajedrez».

Ajedrelandia o Arévalo, la ciudad global del AjedrezAjedrelandia o Arévalo, la ciudad global del AjedrezEl proyecto de ‘Arévalo, la ciudad global del Ajedrez’, manifiesta, «consiste en la toma de conciencia de este saber universal contenido en el milenario juego relacionado con la histórica ciudad abulense».

Explica Eduardo Scala que «la Reina, la pieza más poderosa del tablero, aparece alrededor de 1475 en el poema Scachs d’amor, escrito en valenciano por Francisco Castellví, Bernardo Fenollar y Narciso de Vinyoles»; en esa «obra fundacional para la milenaria historia del juego, por primera vez aparece registrado el movimiento de la nueva dama o reina en la poética partida que inaugura la época del ajedrez moderno, pero ya el Dr. Govert Westerveld, hispanista, publica entre 1994 y 1997 su tesis sobre la influencia de la Reina Isabel la Católica en la nueva Reina del ajedrez, y asimismo la doctora Marilyn Yalom, historiadora estadounidense, catedrática en el Instituto Clayman de la Universidad Stanford, sostiene la misma opinión». 

En consecuencia, «la dama moderna del ajedrez nace en Valencia, ciudad que pertenecía a la Corona de Aragón, mas ha sido generada por Isabel I, reina de Castilla y Aragón». Pero no acaba ahí la influencia de Ávila en ese juego, ya que «dos mujeres abulenses-universales están vinculadas al ajedrez: la Reina Isabel, por lo antes contado, y Santa Teresa de Jesús, patrona de los ajedrecistas por su escrito en Camino de perfección». 

Ajedrelandia o Arévalo, la ciudad global del AjedrezAjedrelandia o Arévalo, la ciudad global del AjedrezLa relación con Arévalo de esas dos grandes mujeres va más allá, ya que por un lado «la Reina Católica es una presencia viva en esa ciudad a la que llamaba ‘mi Villa’», mientras que «la Andariega, cuando se dirigía al convento de San José en Medina del Campo, su segunda fundación, lugar de encuentro con San Juan de la Cruz, a veces se hospedó en Arévalo, y trece visitas hizo desde el convento de San José de Ávila al convento de San José de Medina del Campo». 

Otro importante signo en el damero de la ciudad de Arévalo es el Castillo, una fortificación del siglo XV de Álvaro de Zúñiga, duque de Béjar. «La fortaleza permanece en la confluencia de los ríos Adaja y Arevalillo, magníficos fosos defensivos. Los Reyes Católicos, a principios del XVI, hicieron importantes reformas. El Servicio Nacional del Trigo del Ministerio de Agricultura realizó su restauración. El castillo se encuentra abierto al turismo y en su torre del homenaje se puede visitar un pequeño museo del cereal, donde el trigo, con más de doscientas clases –trigo blando y trigo duro– es el buque insignia de la exposición. Aquí encontramos otro signo, el inconmensurable grano de trigo de Sissa, el legendario inventor del ajedrez».

«Mas la pieza mayor del tablero arevalense –destaca Eduardo Scala– es la Iglesia de San Martín de Tours (Torres, en francés) donde están las torres gemelas, la más antigua, del siglo XII, Torre de los Ajedreces, desde 1931 Monumento. Bien de Interés Cultural del Patrimonio Histórico de España. Es la única iglesia románica de Arévalo, con un retablo barroco. Además, en su pila bautismal fue bautizado Fray Juan Gil, libertador de Miguel de Cervantes». 

lugar único en el mundo. Se admira el poeta y artista de que «en ningún lugar del mundo, de los múltiples edificios y espacios dedicados al ajedrez, existe un templo como el de la Torre de los Ajedreces, en estilo mudéjar puro, así denominada por los doce tableros que circulan la planta cuadrada, símbolo de la totalidad, con las espigas que aluden a los legendarios granos de trigo de la invención del ajedrez. Las cuatro caras de la torre guardan perfecta simetría, con la significativa excepción de la fachada Este, donde aparece una cruz sobre el damero central que, siguiendo la orientación de los templos cristianos y musulmanes, indica el nacimiento de la luz. ¡Ay, si los ingleses, alemanes o italianos tuvieran este santuario del ajedrez…!»

Arévalo, en resumen, «compendia la historia universal del rey de los juegos: la torre de los ajedreces manifiesta el ajedrez de Alfonso X, rey de Castilla y León, al estilo árabe; y el nuevo ajedrez, basado en el poderoso movimiento de la nueva Dama, lo representa la reina Isabel». Y además, apunta, «curiosamente, vemos en el escudo de Arévalo dos trebejos del tablero: el castillo o torre (pieza mayor) y el caballo-caballero (pieza menor)».

Todos esos argumentos sostienen el proyecto que ha lanzado Eduardo Scala, que en esencia, explica, «consiste en crear el Museo Mundial del AjedreZ en la Torre de los Ajedreces y más adelante la edificación de un gran inmueble cuadrado dedicado al milenario juego. La histórica ciudad recuperará la memoria del Ajedrez de las Tres Culturas de Alfonso X, transformándose en lugar de peregrinación para miles de ajedrecistas y aficionados, ofreciendo a un público amplio un programa continuado de ajedrez social y de múltiples actividades a través del ajedrez: historia, filosofía, teatro, poesía, novela, ensayo, cuento, humor, música, dibujo, cine, arquitectura, escultura, grabado, pintura, fotografía, cine, pedagogía, medicina, yoga, meditación, etc».

Mirando un poco más allá, se aventura a adelantar, de llevarse  a cabo ese proyecto «se producirán nuevas piezas –algunas decorativas con las cuatro Torres de los Ajedreces–, tableros y mesas con las maderas de la Moraña, así la ciudad creará puestos de trabajo y también se beneficiará en la hostelería. Arévalo se convertirá en el centro local-universal del ajedrez, espacio esencial para manifestar el juego de los juegos como sistema de conocimiento y paradigma interdisciplinar».