«Estoy flipándolo. Aún no me lo creo»

M.M.G.
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Beatriz, una joven estudiante del Colegio Diocesano Asunción de Nuestra Señora, es una de las poseedoras de uno de los diez décimos vendidos en la Administración Número 3 y agraciados con un cuarto premio. Se lleva a casa 20.000 euros

«Estoy flipándolo. Aún no me lo creo»

La felicidad tenía este miércoles en Ávila nombre de mujer: Beatriz. De mujer bien jovencita, por cierto. Porque una de las diez afortunadas poseedoras de los diez décimos vendidos en la Administración de Lotería número 3 y premiados con un cuarto premio del SorteoExtraordinario de Navidad, tiene sólo 16 años.

Radiante, emocionada y muy feliz de poder compartir su alegría con todo el mundo, Beatriz aprovechaba el recreo del último día de clase en el Asunción de Nuestra Señora, su colegio, para acercarse a la calle San Millán para vivir en directo la emoción de ser una de las tocadas con la varita de la fortuna.

Sin quitarse la sonrisa de los labios, Beatriz posaba para las cámaras de Diario de Ávila con su número. Y hablaba con nosotros para contarnos su experiencia.Entre sus palabras, y las que nos regaló también con generosidad su padre,Teo, componemos ahora una de esas historias que emocionan cada 22 de diciembre.

«Sólo jugaba ese décimo», empezaba Beatriz su relato. Un décimo con el 42.833, número que Beatriz tenía grabado en su memoria por lo que, en cuanto vio en su teléfono móvil la noticia, supo que se encontraba entre las agraciadas.

«Hoy (por este miércoles, decía) sí que podíamos ver el móvil en clase por un tema de una actividad, y he podido ver la noticia», se emocionaba al empezar su historia. «Me he puesto muy nerviosa y he salido a comprobarlo», proseguía.

Y así, con sus compañeros de colegio, Beatriz mostraba sus primeras muestras de emoción y júbilo, justo antes de salir a la calle para acudir a la administración.

«Estoy flipándolo porque no me lo creo», se reía Beatriz usando echando mano del lenguaje propio de los adolescentes, pero hablando a la vez con la madurez  cuando, por ejemplo, nos dice que ahora tendrá que pensar qué va a hacer con el dinero. «Hombre, primero invitar a la familia y a los amigos», reconocía.

Porque Beatriz jugaba en solitario ese décimo. El año pasado, nos contaba, jugó por vez primera «a pachas» un décimo con su padre. Pero en esta ocasión llevaba un décimo ella en solitario. «Me lo regaló mi padre», nos decía, algo que rápidamente desmentía Teo, su padre. «No, no. Yo se lo compré el año pasado, pero este año ella estuvo ahorrando para poder comprar un décimo y disfrutar de la ilusión del sorteo delGordo», apuntaba el orgulloso padre.

Era él el que nos explicaba cómo Beatriz tuvo «un presentimiento» con el 33, la terminación del número premiado con el cuarto. «Me dijo, el 33 me va a dar suerte», explicaba Teo.  Y nos contaba también cómo fue ella la que acudió a la administración con su dinero para pedir un décimo acabado en 33. «Y yo, para chincharle un poco, fui a otra administración y pedí otro distinto acabado en 33, para ver si me tocaba a mí y a ella no», se reía Teo, súper feliz de que finalmente haya sido su hija la que ha ganado esta particular rivalidad padre-hija.

Para los dos, pero sobre todo para Beatriz, se presentan ahora unas navidades muy especiales. «Es verdad que el covid nos las ha fastidiado», lamentaba Beatriz, que aún así espera disfrutarlas a tope.

A los dos, muchas felicidades. Y muchas gracias por compartir con los lectores de Diario de Ávila vuestra preciosa historia