Ávila lideró el turismo rural en Castilla y León el año pasado, al ser la provincia que registró un mayor número de pernoctaciones en este tipo de establecimientos, pero lo hizo con descenso en el número de estancias, respecto al año anterior (2022) y también respecto al 2019, el periodo anual inmediatamente anterior al inicio de la crisis de la covid que tanto afectó a la movilidad y al turismo. Así se desprende de la encuesta de ocupación en alojamientos de turismo rural con datos definitivos del año 2023, publicada este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Un informe ya cerrado que cifra en 127.912 los viajeros que, al menos, hicieron una noche en los alojamientos rurales de la provincia y en 219.754 las pernoctaciones disfrutadas.
Estos parámetros arrojan una estancia media del alojado rural en Ávila de 2,5 días. La cifra se eleva hasta los 3,6 días en el caso de los clientes residentes en el extranjero, que fueron menos pero de media se quedaron más tiempo. Y es que casi el 97% de los 127.912 viajeros registrados en los establecimientos de turismo rural el año pasado residían en España, 123.800, por los poco más de 4.100 que tenían su residencia fijada en otros países, una proporción que habla a las claras del peso del visitante nacional en el turismo rural.
Si comparamos los datos con los del año anterior nos encontramos con que hubo descenso en las estancias, con un 4,3% menos, pero los alojamientos registraron más viajeros, 1.019 más, lo que supone un aumento porcentual del 0,8%.
Eso sí, si la comparativa la hacemos respecto al año 2019, el anterior al estallido de la crisis del coronavirus, no hay duda: en relación a ese año se pierden viajeros (-5.754 menos) y pernoctaciones (-13.226), lo que indica que el camino de la recuperación todavía tiene margen de mejora.
Con todo, la provincia de Ávila lideró el año pasado el turismo rural de Castilla y León. Con 319.754 pernoctaciones, marcó el número más elevado de estancias, por delante de Burgos, que también superó las 300.000, y de León, que se quedó en poco más de 270.000. Eso sí, si hablamos de los viajeros alojados Ávila cae a la segunda posición. Con 127.912 viajeros contabilizados a lo largo del año, le superó Burgos, con algo más de 142.000, y se le acercó mucho Segovia, con más de 120.000.