Granjas Redondo continúa con su proceso de crecimiento y ya está dando pasos para el que será su «proyecto estrella», a cuatro años vista, en el que tiene previsto invertir más de 2 millones de euros, según ha explicado César Redondo, socio de Granjas Redondo, en una información ofrecida por La8 Ávila y elaborada por Elena R. Cornejo.
Este proyecto incluye la creación de un complejo que aglutine cuatros proyectos y para ello ya han adquirido una nave en El Barraco de 3.000 metros cuadrados. En la primera parte de esa nave su intención es abrir un restaurante. La segunda estará destinada a un centro co-working de formación junto a su centro de investigación donde elaborar lícor de yema, huevo encurtido y huevo rofilizado para catástrofes o para el Ejército, un tipo de huevo que «además tiene una durabilidad de 30 años», con lo que eso representa, que «tú coges ese huevo, le echas agua y ya tienes la tortilla hecha», explica César Redondo. Para concluir ese proyecto, en la última planta construirán apartamentos inteligentes, en los que «se abran las puertas con el iris de tu ojo, que los baños sean auto-limpiables…», puntualiza. Toda una apuesta por la innovación en el medio rural, que es lo que ha marcado a Granjas Redondo desde su fundación hasta la etapa que ahora afrontan.
En estos momentos son cuatro las empresas que componen el grupo, con 33 personas en plantilla. «Hemos multiplicado la facturación por 20, desde el año 1998 hasta aquí», recalca César Redondo. Para conseguirlo se han transformado y reinventado, con la obtención, por ejemplo, de huevos azules o trufados, proceso que desde agosto del 2023 hacen ellos mismos tras adquirir el material y los conocimientos necesarios de una empresa de Navarra. «Empezamos a trufar hace cinco años, más o menos. Lo mandábamos a Soria, con lo cual ahí perdíamos un día de ida y otro de vuelta. Para trufar un huevo bien necesitamos que esté seis días», y ese proceso ahora se puede acelerar.
Desde hace 15 años en Granjas Redondo cada ejercicio reinvierten medio millón de euros en sus instalaciones, mejorando y apostando por las nuevas tecnologías que les han permitido implementar la Inteligencia Artificial en su facturación. Pero también en cámaras. «Nos contabiliza todos los huevos, el consumo de pienso, el consumo de agua, para ver de dónde se puede ahorra también» asegura César Redondo. Su compromiso con la sostenibilidad va más allá de la instalación de placas solares o recoger el agua de lluvia. Ahora estudian cómo hacer biogás mediante el compost de las gallinas. «Tener una gasinera, que es como se llama, tenerla aquí, y ya hay furgonetas con tecnología de gas para poder repartir», con lo que eso supone de poder «repartir los huevos con una energía que se saca de la gallina», concluye afirmando.