Este lunes hace justo una semana que empezó el nuevo curso en el Centro de Educación de Personas Adultas de Ávila que, a expensas de nuevas incorporaciones en el segundo período de matrícula que se abre del 2 al 11 de octubre, cuenta con casi 500 alumnos. Se trata de un alumnado heterogéneo cuya única característica común sea quizá que todos tienen más de 18 años. Éste es, de hecho, uno de los requisitos para poder acceder a la formación que oferta la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León en el edificio situado en la calle Casimiro Hernández que acoge sus aulas. La variedad de su oferta formativa propicia precisamente que el alumnado sea diverso. Desde jubilados que han optado por seguir aprendiendo ahora que disponen de más tiempo libre hasta personas jóvenes o de mediana edad que en su momento dejaron los estudios y han decidido sacarse ahora la Educación Secundaria Obligatoria pasando por extranjeros que acuden allí a aprender español e, incluso, internas del Centro Penitenciario de Brieva -aunque en este caso son los profesores los que se trasladan a la prisión-.
Pese a su perfil variopinto, el alumnado del Centro de Educación de Personas Adultas también comparte otra circunstancia: «Al venir voluntariamente, es un alumno muy motivado», sobre todo quienes «tienen poco tiempo libre y el que tienen lo aprovechan para venir a clase, en muchos casos compatibilizándolo con sus trabajos», apunta la directora, Susana García.
«El tipo de alumnado es distinto según las enseñanzas», advierte. «Por un lado impartimos la Educación Secundaria para Personas Adultas (ESPA) que, a diferencia de los institutos, aquí cada curso equivale a un módulo que es cuatrimestral, de manera que los alumnos pueden obtener el título en dos años», detalla, al tiempo que advierte que se imparte en turnos de mañana y de tarde a elegir, en modalidad presencial, aunque también se puede impartir a distancia. Para esta modalidad de enseñanza reglada, este curso de momento hay 120 alumnos matriculados, una cifra mayor que en cursos anteriores.
500 alumnos en el Centro de Educación de Adultos de Ávila - Foto: Isabel García «Por otro lado ofrecemos enseñanzas igual más desconocidas, las llamamos Iniciales I e Iniciales II, que realmente en primero son clases de iniciación en el conocimiento de la lengua castellana, aprendizaje y refuerzo de la lectura, escritura y del cálculo básico, mientras que en segundo son se facilita la formación para acceder al curriculo de la Educación Secundaria», añade Susana García, quien revela que en este caso la matrícula supera ligeramente la veintena.
En el Centro de Educación de Adultos de Ávila también se prepara al alumnado para las pruebas de acceso a ciclos formativos de FP. «También tenemos un programa de desarrollo y refuerzo para la competencia lingüística en lengua castellana dirigida a un alumnado de múltiples nacionalidades», advierte. Y aunque el curso lo han iniciado 71 personas, la matrícula permanece abierta siempre y, de hecho, a lo largo del curso es habitual que vayan incorporándose nuevos alumnos.
Además hay matriculadas 31 mujeres que cumplen condena en el Centro Penitenciario de Brieva, hasta el que se desplazan dos maestras de Centro de Educación de Personas Adultas y donde también presta servicio la orientadora. «La enseñanza que se imparte allí es Iniciales I e Iniciales II y tambíen la preparación de la prueba libre de la ESO, que se realiza en nuestro centro en las dos convocatorias anuales -noviembre y mayo-, aunque en el caso de las internas de Brieva son los miembros del tribunal los que se desplazan hasta el centro penitenciario para que puedan hacer el examen», indica.
Los talleres. No obstante, la mitad del alumnado matriculado en el Centro de Educación de Personas Adultas de Ávila lo está en los talleres de cocina, inglés e informática -iniciación y avanzado, en el caso de los dos últimos-, que en total suman 230 estudiantes. Buena parte son «personas que tienen bastante tiempo libre, la mayoría jubilados que se matriculan para aprovechar ese tiempo aprendiendo algo que les motiva», precisa Susana García. Lo confirma Teresa Morales, que fue alumna del taller de inglés durante dos años. «A mí me ayudó mucho a refrescar ese idioma, el profesorado es magnífico y el ambiente que se creaba con los compañeros también era muy bueno, la mayoría teníamos de 50 años para arriba, muchos jubilados ya, y eso enriquece las clases porque la gente ya tiene experiencia en otras cosas de la vida», comenta.
También pasó por las aulas del CEPA Miguel Ángel Hernando, en su caso para sacarse el título de Educación Secundaria Obligatoria. «Dejé de estudiar joven y pronto me puse a trabajar, así que ahora de adulto he querido sacármelo porque te abre muchas puertas para trabajar y, además, creo que es algo esencial que quería tener», nos cuenta. En su caso, la experiencia fue también positiva porque cumplió el objetivo de obtener el título en un año. «El trato de los profesores fue exquisito, son clases muy reducidas, casi particulares, y eso ayuda», añade. «Aunque en clase algunos compañeros eran más jóvenes, la motivación de todos era la misma, querer estudiar y aprender, recuperar el tiempo perdido sobre todo para poder aspirar a mejores trabajos», indica Miguel Hernando.
Tanto él como Teresa recomiendan pasar por sus aulas a quienes «quieran recuperar, en mi caso fue el inglés», apunta ella, en el de él el título de ESO. «Las clases son casi particulares», recalca Miguel.
Además, el Centro de Educación de Personas Adultas está a punto de estrenar un aula de informática perfectamente equipado enmarcado en el Aula Mentor, financiado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional, «que ofrece una formación abierta, flexible y a distancia a través de Internet», detalla Susana García. «Oferta más de 240 cursos y en el CEPA tenemos un profesor que es el responsable del funcionamiento del aula, del asesoramiento y la matriculación de los alumnos, también ayuda en el manejo de los equipos, de las herramientas telemáticas y apoya la comunicación entre los alumnos y el tutor de cada curso», añade. Estos cursos, si el alumnado supera la prueba final, otorgan un certificado de aprovechamiento con las horas y contenidos del curso. Además, en las instalaciones del Aula Mentor va a empezar a impartirse a partir del 3 de octubre un curso de capacitación digital, denominado Operaciones de Sistemas Microinformáticos, que tendrán una duración de 30 horas -una presencial y el resto de ella online-, que ofrece un nivel 2 de cualificación profesional.