El derrumbe vivido el pasado domingo en el barrio de Las Vacas es el segundo desde el pasado mes de septiembre, y esta situación hace que los vecinos sientan «preocupación» e «indignación», según reconocía Isabel Caballero, presidenta de la Asociación de Vecinos del barrio de Las Vacas.
«Es algo que llevamos diciendo mucho tiempo que iba a pasar, pero nadie hace caso, y así se lo hemos hecho llegar a los diferentes grupos políticos que conforman el Ayuntamiento», afirma Caballero en declaraciones a Diario de Ávila, que añadía que «esto no viene de ahora, esto viene de hace muchísimos años, y desde la asociación se lo hemos hecho saber a los grupos políticos cada vez que nos hemos reunido con ellos».
En este sentido, recalca con resignación que «hay algunas casas que llevan en ese estado casi 20 años, y siempre nos han dicho lo mismo, que ellos no pueden hacer nada, que tienen propietarios. Y nosotros les hemos dicho que pagan un IBI, igual que pagamos el resto, y algo se podrá hacer. Puede ser que tomen alguna decisión sobre las casas que tenemos así en el barrio, que son unas cuantas». De hecho, la presidenta de la asociación de vecinos de este barrio precisa que «nosotros tenemos catalogadas alrededor de una decena de casas» que están en un estado de ruina en un radio de unos 50 metros en los alrededores de la plaza de Las Vacas, entre la bajada de la Cuesta Antigua, la calle Deán Castor Robledo, Jesús del Gran Poder y San Cristóbal.
"Preocupación" e "indignación" entre los vecinos de Las Vacas - Foto: David CastroEn el caso concreto de este inmueble que ahora se ha derrumbado, Isabel Caballero precisa que «sabíamos que esto iba a pasar. Llevaba apuntalado entre 10 y 15 años. Y los vecinos que lindan con esa vivienda habían presentado escritos denunciando su estado, y les habían dicho que no se iba a caer hasta que pasan las cosas». De igual modo, señala que este inmueble que linda en la plaza de Las Vacas con lo que antiguamente era el Bar Jovita, ha provocado desperfectos en ese local. Yel problema, añade, es «al final también están afectando a otras edificaciones que están al lado. Es un tema muy serio porque hay unas cuantas fachadas que vemos en qué estado se encuentran y cualquier día se vienen abajo».
Así, pone como ejemplo, un inmueble que está junto a las escaleras mecánicas de la Cuesta Antigua cuyo tejado está «hundidísimo». U otro inmueble en la Travesía de San Cristóbal, «que ves que se va a venir la fachada abajo, de hecho tiene la jamba de una de las terrazas que está partida». Yen la plaza de Las Vacas «hay otras cuantas que están con los tejados hundidos».
A su vez, de las actuaciones que ha llevado a cabo el Ayuntamiento desde que se produjo el derrumbe del otro inmueble en la plaza de Las Vacas el pasado mes de septiembre, asegura que «a día de hoy no sabemos absolutamente nada, porque a nosotros el Ayuntamiento no nos comunica nada. Sabemos que hubo una inspección por parte de los bomberos, porque les vimos actuar, pero desconocemos lo que hayan hecho después». Con lo que, insiste, «no nos queda más que resignación y cada vez que vemos cualquier cosa, lo comunicamos, porque no nos queda otra». Yponía como ejemplo un pequeño desprendimiento que se produjo en una fachada de una vivienda de la calle Jesús del Gran Poder el pasado 6 de febrero, de la que dieron cuenta a un concejal del equipo de gobierno, pero desconocen qué hicieron los técnicos.
"Preocupación" e "indignación" entre los vecinos de Las Vacas - Foto: David CastroIsabel Caballero va más allá y se cuestiona cómo es posible que algunos de esos inmuebles pasen la Inspección Técnica de Viviendas. Ytambién incide en los problemas de salubridad que se derivan del estado de abandono de estos inmuebles, «y de ellos salen ratas, cucarachas, palomas y eso al final son focos de infecciones».
Finalmente, Isabel Caballero afirma que «lo que queremos es que se actúe. Yo no entiendo de leyes, pero supongo que tiene que haber algo para que obliguen a los propietarios, aunque sean herederos, porque, a lo mejor, muchas de esas casas no tienen un único propietario. Pero alguien tendrá que asumir una responsabilidad». Porque, recuerda, «esto ha pasado ya dos veces, las dos por fortuna de madrugada, pero si hubiese ocurrido a una hora en la que está pasando la gente por la calle...».