Pablo Serrano

CARTA DEL DIRECTOR

Pablo Serrano


Viajes con buen sabor de boca

03/03/2024

No sé si serán organizados o improvisadores en los viajes, cada cosa tiene su aquel.  Pero tanto en destinos más improvisados como en viajes más organizados no he llegado a plantearme un viaje por el precio de los monumentos al turista. 
Al menos, no tengo la sensación de haber planificado un viaje pensando que ir allí y entrar en este sitio u otro cuesta esto o tanto. Si acaso, he llegado al destino con conocimiento de causa, pero sin descartar el viaje porque un museo o una visita costara tanto o lo otro. Otra cosa es ya en el destino, dependiendo de cómo ande el bolsillo, el debate sobre entrar o no entrar en algún recinto de pago. 
Y otra muy distinta es la vuelta, cuando compartes con familiares o amigos que si allí se comía bien y barato, o que todo era muy caro o que entrar en tal sitio costaba tanto. Ese boca a boca puede tener su influencia. Eso sí, como te propongas ir a un sitio, te digan lo que te digan, vas y punto.
Todo esto viene a cuenta de la subida de tasas y precios turísticos para la ciudad de Ávila, y algunos comentarios que he escuchado en estos días sobre si con estos precios Ávila se carga el turismo. Las cosas se pueden meditar más o menos, hacer más o menos análisis para tomar las decisiones con la mayor de las convicciones, y que no parezcan a la ligera –que en general, lo siguen pareciendo–.
Ni lo uno ni lo otro. A ver, no entra en mi cabeza que un viajero diga que va a dejar de venir a Ávila porque subir a la Muralla cueste cinco u ocho euros. Que en el destino diga, pues no subo y la contemplo desde la calle sin las vistas desde la altura, pues puede ser. 
Sin embargo, sí creo que puede influir más o menos la sensación que el viajero se lleve de la hostelería, y aquí, por mucho que cada uno se ponga en su lugar, el viajero quiere calidad, precio y entornos agradables. Y el hostelero, está claro, quiere beneficio. Son negocios, y encima muy sacrificados.
Por eso, lo sensato parece que si Ávila posee un potencial turístico extraordinario, que se intente sacar el mayor beneficio, pero siempre dejando el mejor sabor de boca. Y no olvidemos que aquí vendrá gente de todo el mundo, porque contamos con referentes universales como pocos lugares, pero que nuestro gran mercado sigue estando a la vuelta de la esquina, y ese se moverá, en primer lugar, por una climatología benigna, y después ya influirán otras cosas como un viaje cómodo y una estancia agradable, y todos sabemos en qué consiste eso de un viaje con buen sabor de boca. Si se planean estrategias a largo plazo y en connivencia, todo será mucho mejor.