España ocupa la quinta posición a nivel europeo de países más felices, según un estudio de la multinacional de investigación de mercados y consultoría IPSOS. Es más, según este estudio, el 70 por ciento de los españoles aseguran ser felices. Pero, ¿qué es exactamente la felicidad y qué necesitamos para ser felices? Esa es la pregunta que le hemos hecho a Ana Sánchez, presidenta del Colegio Oficial de Psicólogos de Ávila y psicóloga de la intervención social.
Normalmente la felicidad se asocia a tener cubiertas ciertas necesidades y en este caso la salud, el dinero y el amor. También se dice que la felicidad son momentos. Sin embargo, esta psicóloga habla de dos caminos para conseguir la felicidad. «El primero, lo que llamamos la hedonía, que es la búsqueda de la felicidad y del placer en sí, y el segunda, la eudaimonia, que está relacionada con estar bien y hacer el bien y con cultivar en tu interior lo mejor de uno mismo», apunta esta experta en psicología que recuerda que hay un estudio psicológico en el que se pidió a un grupo de estudiantes que en su día a día buscaran cosas que fomentaran ese placer o esa búsqueda de la felicidad, tales como ir a tomar una caña, quedar con amigos o ir al cine. Al segundo grupo, prosigue explicando Sánchez, se le pidió que buscara «cosas que le hicieran sentir bien con uno mismo pero también hacer el bien a los demás». «Es curioso, el primer grupo de alumnos que buscó la felicidad experimentó más sentimientos positivos y menos negativos inmediatamente después del estudio pero, al ser preguntados tres meses, después esa felicidad había desaparecido», explica esta profesional que apunta que el segundo grupo de alumnos, aquel que se centró más en el sentido de la vida, «no se sentían tan felices después del experimento pero a los tres meses sí se sentían más enriquecidos, inspirados y plenos».
«La felicidad es la búsqueda de sentido a nuestra vida», más allá del placer inmediato que pueden darnos las cosas o momentos puntuales, como apunta la presidenta del Colegio de Psicólogos de Ávila. Pone el ejemplo esta profesional a las personas mayores, colectivo en el que está especializada. «A pesar de las adversidades y de que envejecer es complicado noto que las personas que tienen claro cuál es su sentido de vida tienen mucha salud mental y emocional; son más felices», asegura.
Habla esta psicóloga de personas «consecuentes consigo mismas y con sus principios» y entre las que la «generosidad», afirma, es una característica común. «Es muy importante involucrarnos con el sentido de la vida», apunta esta psicóloga que habla no solo del cuidado mental sino también físico y el respeto y el contacto con el medio ambiente como factores que por regla general comparten las personas felices.
«Es muy importante involucrarnos con el sentido de la vida y que nuestra vida sea realmente significativa para nosotros mismos», insiste Sánchez para quien tener «un proyecto de vida» es básico para sentirse bien. Un objetivo en que, apunta, juegan un papel clave cuestiones como «familia, relaciones sociales, relación de barrio, voluntariado o relación con la comunidad, altruismo, contacto con la naturaleza, espiritualidad, ocio y tiempo libre o formación».
Sobre la importancia para ser feliz de la terna tradicional que forman salud, dinero y amor, la presidenta del Colegio de Psicólogos de Ávila afirma que las tres son «importantes» y que tener esas necesidades cubiertas es clave para tener felicidad. «Cuando tienes esas necesidades sin cubrir, difícilmente podrás llegar a una autorrealización o a tener una buena autoestima», señala Sánchez que habla del amor desde un concepto amplio que no solo implica relaciones amorosas sino también o amistades o conexiones con los demás.
resiliencia «Cada uno tenemos una energía vital que es diferente», apunta esta experta en salud mental para explicar por qué algunas personas siempre enfrentan la adversidad con entereza y una sonrisa y otras siempre lo ven todo negativo. Aparte de esa condición señala Ana Sánchez que la «resiliencia, vivir en el presente y tener relaciones significativas» podrían ser las claves que distinguen a personas felices de las que no lo son tanto. Es más, habla de la soledad como uno de los factores que más esgrimen las personas que se sienten infelices.
Y muy importante en esa búsqueda de la felicidad es también, señala esta profesional, «quererse y cuidarse», lo que implica «cuidar nuestra alimentación, hacer ejercicio físico, cuidar nuestro descanso y también meditar principalmente con el objetivo de conocernos y de centrarnos en vivir el presente».
La Asamblea General de la ONU decretó en 2012 que el 20 de marzo como Día Internacional de la Felicidad para reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno.