Si alguien conoce bien cómo funciona el albergue y qué necesidades tienen los peregrinos que en él recalan ése es Mabuel, hospitalero desde hace nueve años.
Él y sus compañeros se encargan de atender a los peregrinos cuando llegan. «Tratamos de quedar con ellos a una hora para que al llegar a Ávila puedan hacer uso inmediatamnte de las instalaciones», nos dice XX, que habla de las comodidades con las que cuenta 'Las Tenerías': cocina completa, lavadora, nevera, además de, por supuesto, una de las diez camas del albergue. «Les enseñamos las normas, la higiene que pueden guardar, de lo que pueden hacer uso y al entrar verificamos que vienen haciendo peregrinaje», se refiere en este sentido a las medidas que se llevan a cabo para evitar la picaresca de aquellos que quisieran dormir allí sin ser peregrinos y a los datos que toman y que se envían siempre a la policía. «Y les proporcionamos una llave para cuando salgan y recursos de las próximas etapas», apunta, que destaca que los peregrinos se van siempre satisfechos de un albergue «cómodo» y «bien comunicado».