Los seres vivos (y las personas, por ende) nacen, crecen, se reproducen y mueren, como se nos ha enseñado desde siempre. Sin embargo, esta última etapa de la vida es la más complicada de asumir por los humanos, por todo lo que supone. Pero nacer y vivir trae implícitamente morir.
Con el ánimo de mostrar desde un punto de vista más amable todo el proceso de los cuidados paliativos, el oncólogo Enric Benito escribió el libro 'El niño que se enfadó con la muerte' donde recoge cerca de una veintena de relatos reales sobre pacientes enfermos a los que acompañó en sus últimos momentos durante su labor como especialista en cuidados paliativos. Esta tarde, el doctor Benito ha presentado y firmado ejemplares de su obra en El Episcopio, que se ha llenado hasta los topes para escuchar la conferencia del autor. Un evento que estuvo organizado por la Sociedad Española de Cuidados Paliativos, asociación para quien irán a parar todos los beneficios.
«El libro no trata de la muerte, trata de la vida. Lo que pasa es que con la palabra muerte la gente se asusta, se encoge y deja de pensar», explicó Benito. La obra tiene ciertos tintes autobiográficos, donde incluye una de sus primeras experiencias con la muerte y el dolor que sufrió con diez años por el fallecimiento de su abuelo «en muy malas condiciones y con mucho sufrimiento». Un triste recuerdo que seguro que fue el detonante para dedicarse a su profesión y, en concreto, a la labor de los cuidados paliativos. «Lo que mejor que me han dicho sobre el libro es que da paz, quita el miedo, ayuda a profundizar y conmueve, porque son historias muy conmovedoras», expresó Enric Benito.
Según esta visión, podría verse como una de tantas obras de autoayuda que están tan de moda en los últimos tiempos. Sin embargo, el escritor le quita hierro al asunto. «Es humano, es la humanidad en plenitud. Consiste en descubrir cómo la vida está tan bien organizada y que la muerte no es un problema», expuso Benito. El desarrollo del relato así lo demuestra, como las historias (todas ellas, evidentemente, diferentes) que integra. «La casa de la muerte tiene mil puertas para que cada uno encuentre la suya y todas están bien. Yo he aprendido mucho, porque es una escuela de vida muy interesante, pero la gente, como no quiere verlo, se pierde la hermosura y la riqueza que hay en ese entorno», comentó.
El libro, en definitiva, ofrece una mirada profunda y espiritual que busca ayudar a las personas a reconciliarse con el concepto de la muerte, no como un enemigo, sino como una parte inevitable y natural de la existencia. Y esta visión está calando entre los lectores, que agotan los ejemplares de 'El niño que se enfadó con la muerte' en las librerías. «Ya vamos por la séptima edición, la gente se lo recomienda unos a otros y estoy muy contento», concluyó el doctor Enric Benito. Una lectura muy recomendable para conocer otra perspectiva sobre la muerte, que no deja de ser la etapa final de los seres vivos.