La SemanaSanta de Ávila ha tenido este año algo así como una 'bola extra'. Una prolongación que se vivía este sábado con el regreso a casa, por fin, de los dos pasos que cada Martes Santo procesionan en Ávila de la mano de la Hermandad de Nazarenos de Jesús Redentor ante Caifás y Nuestra Señora de la Estrella. Porque este año, la lluvia, protagonista casi absoluta en el Tiempo de Pasión abulense, obligaba a que Jesús Redentor y Nuestra Señora de la Estrella tuvieran que refugiarse del agua a mitad de su recorrido en la Catedral de Ávila.
Y allí descansaban desde el pasado 26 de abril, a la espera de poder regresar a casa sin lluvia, y acompañados por la mayor cantidad de hermanos posibles.
La de ayer fue la jornada elegida para el traslado. Algo más de 150 hermanos se echaron a las calles de Ávila para, en un recorrido más corto que el de su habitual procesión, poder llevar a casa de nuevo a sus veneradas imágenes.
Y por fin pudieron regresar a su casa - Foto: David CastroEl primero en abandonar la seo era el paso de Jesús Redentor. Y tras él, lo hacía Ella, Nuestra Señora de laEstrella, que era recibida entre aplausos por los muchos curiosos que aguardaban junto a la puerta de los Apóstoles.
Muchos abulenses pero, sobre todo, muchos turistas, se sorprendían al encontrarse a estas alturas del año una procesión en la calle. Aunque no fuera una procesión al uso. Faltaban la música de tambores y cornetas y los capuchones y mantillas. Pero el respeto por las imágenes y las ganas de llevarlas de nuevo a la iglesia de Las Gordillas, lo compensaron con creces, y permitieron al Nazareno y a su Madre descubrir nuevos rincones.