"Nos han faltado un par de referentes en pista"

Alberto Sánchez
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Ya en Burgos, Evaristo Pérez aguarda al cierre de las diferentes competiciones antes de decidir sobre su continuidad en el Óbila, cuya oferta ya tiene sobre la mesa. El técnico palentino reflexiona sobre lo que ha sido la 2023-2024

"Nos han faltado un par de referentes en pista" - Foto: Isabel García

Sobre su mesa ya tiene la oferta y predisposición del Óbila Club de Basket para continuar un año más al frente del primer equipo verderón. «Aún es muy pronto» señala EvaristoPérez, entrenador del Hotel 4Postes Ávila Auténtica El Bulevar. Ha terminado la temporada regular en la Liga EBA, pero todo el baloncesto nacional sigue en marcha y el palentino prefiere esperar acontecimientos.Como suele decir «a mi edad» y con su trayectoria «me he ganado el derecho a decidir dónde quiero estar».Se tomará su tiempo, escuchará opciones y entre todo lo que tenga tomará una decisión.Entre ellas tendrá la opción «preferente» de un Óbila Club de Basket al que finalmente conseguía mantener en Liga EBA, «una categoría adecuada» aunque con un proyecto que debería repensarse para no pasar los apuros de este curso. Y el técnico palentino da alguna pista. No quiere meterse en lo que no es su parcela, «son cuestiones de club» pero sí apunta con acierto en una dirección, la confección de un equipo competitivo, sin ambiciones de ascenso pero sí capaz de «disfrutar y hacer disfrutar del baloncesto» para dar paso a un ciclo que, quién sabe, pueda llevar a algo más.

En líneas generales, ¿qué nota le pones a la temporada que acaba de terminar?

Si valoramos toda la temporada y no sólo ciertos aspectos concretos, podíamos ponerle al equipo un bien porque hemos alternado momentos de muy buen baloncesto contra equipos de la zona alta, con otros momentos de duda, de irregularidad, de inmadurez en la pista y precisamente ante los equipos de nuestro perfil. Eso ha hecho que al final llegásemos a una situación inaudita, con la posibilidad de un triple o cuádruple empate. Si nos ceñimos a ese final de temporada le pondría un sobresaliente al equipo porque supo estar unido, luchar por el objetivo común y sacar adelante esas dos finales, que no era nada sencillo.

Una de las claves en ese final de temporada fue que el equipo estuvo unido y no se vino abajo.

Fue fundamental. Son esas cosas que desde fuera no se ven. Desde fuera, y lo entiendo, se ve lo que transmitimos a través de los partidos, esos 40 minutos donde se gana o se pierde, pero en el seno interno del equipo hay muchas cosas en el día a día, de lunes a viernes. Como suelo decir es cuando se ganan o pierden los partidos. El sábado es una puesta en escena pero lo que valen son los entrenamiento, los ensayos para esa puesta en escena donde el equipo ha pasado momentos duros.

En otras circunstancias, por experiencia, el equipo se hubiera roto, pero hemos sabido aguantar todos juntos, superar esa fase de la temporada de resultados negativos y seguir con el empeño y objetivo común para mantener la categoría.En lo que el ojo no ve estoy muy satisfecho con los jugadores y con el club, que no se ha puesto nervioso en ningún momento, que nos han sabido animar siempre y han estado ahí para apoyarnos, no para echarnos broncas y hacernos dudar.

Hubo que pelear ante el Bosco Salesianos para ganarle en el último partido. No se jugaba nada pero plantó batalla. Lo mismo le hizo Obradoiro a Lugo.No hubo favor entre gallegos. Se respetó la competición.  

Se respetaron los códigos y los valores de la competición. No tenía ninguna duda de que iba a ser así quizás por mi forma de ser, porque en esa situación no tengo ninguna duda de que yo hubiera hecho todo lo posible por ganar los partidos. Creo que en la mente de todos los entrenadores está hacer lo posible por ganar y así mentalizar a los jugadores.

No tenía dudas y focalicé todo mi trabajo en ganar mi partido y no especular sobre lo que pudieran hacer otros. Vale de ejemplo lo que ha sido Marín en el final de temporada. Hacía mucho tiempo que no se jugaba nada, no podía ir ni para arriba ni para abajo.Con una plantilla cuajada de veteranos, compitieron los cinco últimos partidos como si les fuera la vida en ello. Eso es ética deportiva, cultura deportiva y aunque no me juegue nada, tengo que saltar a la cancha a ganar.

Con los equipos implicados en nuestra lucha final no lo dudé que así sería. Bosco saltó a la pista como si se jugara la vida. Iban a por la victoria e imagino que en el Obradoiro -Lugo pasó lo mismo.Fueron a hacer su trabajo y ganar su partido, para nada hacer concesiones que se apartan del espíritu deportivo  que debe regir toda competición.

Acabada la temporada, llega el momento de los análisis sosegados. ¿Por qué se llega a este final?

Hay muchos pequeños detalles pero si lo resumimos ha sido fundamental la falta de referentes sobre la cancha.No me refiero a juego sino a carácter y personalidad. Teníamos un equipo muy joven y quizás un poco inmaduro en situaciones de máxima tensión de partido.Nos ha faltado haber tenido un par de referentes para haber arrastrado al equipo.  Pero eso hay que pagarlo.

Estoy muy contento con la plantilla.Siempre he dicho que era la mejor plantilla a la que podíamos aspirar. Debíamos ser conscientes de nuestra fortalezas y debilidades y el club llega hasta donde.Mauri ha hecho encaje de bolillos para que todo cuadrase pero teníamos muchos jugadores de perfil medio sin nadie que sobresaliera sobre el resto.  Eso ha sido un hándicap.

Con una plantilla de perfiles medios nos hemos visto peleando por la permanencia... ¿Debería el Óbila Club de Basket cambiar su modelo a la hora de confeccionar la plantilla? ¿No sería mejor centrarse en dos o tres referentes y el resto de jugadores lo que se pueda, como hacen otros equipos?

No lo sé. Quizás no es una cuestión de pasar del negro al blanco o viceversa. Hay muchos matices de grises. Este año me quedaría con todos los jugadores. No tengo claro a quién cortaría, pero sí ficharía un par de jugadores que me apuntalasen de cara a situaciones de juego muy claras y a partir de ahí no movería la estructura de equipo.Quizás no es una cuestión de pasar de una estructura de equipo a otra de manera drástica.Pero en todo esto influye la cuestión económica, el tipo de proyecto... Son cosas que no me corresponden. Son cuestiones de club, de que ahora es el momento de la reflexión, ver recursos y lo que queremos hacer, si se quiere ir hacia otro modelo y planteamiento.Hay que pensarlo bien. Eso sí, retoques habría que dar.

Hemos visto al equipo competir, dar la cara e incluso ganar a equipos de arriba, pero con equipos de 'tu' liga en los que se esperaba más, no alcanzó el nivel, ¿por qué?

Si fuera tan fácil –se ríe– dar una solución pues tomaría medidas sobre ello. Son muchos factores los que inciden. Por un lado tenemos el grado de motivación de los jugadores, que no es el mismo cuando se enfrentan a un equipo de la zona alta que a un equipo de la zona baja.Quizás desde el punto de vista del aficionado no se entienda pero hay que estar en la cabeza de los jugadores. Al final les motiva mucho jugar contra Tormes, Chantada o Leonesa. Igual no les motiva tanto Gijón o Culleredo aunque estén viendo la necesidad y la importancia que tienen esos partidos. Hemos hecho partidos malos en los que hemos conseguido la victoria, como ante Universidad de Oviedo o incluso ante Zamora, a los que ganamos porque éramos mejores, no porque jugáramos mejor.

Por otro lado tenemos el oficio, personalidad y madurez de los jugadores. Volvemos a lo de antes. Nosotros íbamos a esos partidos con responsabilidad pero no con el grado de actitud e intensidad con el que hemos salido en otros partidos. Sin embargo el rival sí que sabía muy bien que eran los partidos claves que debían jugar y ganar. Y ahí los referentes y la madurez de algunos de sus jugadores. Por ejemplo Culleredo, que tenía jugadores como Corbacho, Joseph Williams, Stikuts o los hermanos Añón con espolones y experiencias vividas.Ellos saben que ante equipos poderosos igual no merece la pena esforzarse tanto porque saben que van a perder. Juegan y si ven la oportunidad de ganar van a por ello, pero no se desgastan. Sin embargo sí tienen muy claro contra quiénes se van a jugar la liga. Y ahí es donde echan el resto. Les pasa al revés que nosotros, pero eso es producto de la experiencia y la madurez en el juego, ni más ni menos.

¿Fue la derrota ante Culleredo en el CUMCarlos Sastre el momento más delicado de la temporada por lo que supuso después?

Hubo dos momentos de la temporada que nos hicieron mucho daño y los dos coinciden con el mismo rival, Culleredo en la primera y segunda vuelta.

En la primera vuelta hicimos tres primeros cuartos en su cancha que fueron de lo mejor que hemos hecho en cuanto a baloncesto en todo el año.Sin embargo en el último cuarto, tras ir ganando 14 arriba, perderlo nos hizo mucho daño no por lo que significaba en ese momento la victoria o la derrota sino en lo anímico nos creó muchas dudas. Nos hizo ver que éramos frágiles pese a llevar una ventaja considerable de puntos. Fue un partido que nos tocó mucho.

Nos volvería a pasar contra el mismo rival cuando estábamos mentalizados de que una victoria nos podía dar una tranquilidad inmensa para afrontar el final de temporada. Si nos pones a nosotros una victoria más y una menos a ellos, hubiera estado liquidado hace tiempo. Ellos sacaron todo su arsenal, no fuimos capaces de parar a sus referentes. Nos hizo mucho daño. Han sido factores diferenciales.

En esos partidos que hemos perdido por tan poco margen, como ante Lugo, esos finales fuera contra Marín oChantada, que hemos perdido por un margen de puntos no más allá de 4-5 puntos estando disputando, nos ha hecho daño.

Has acabado contento con el club...

Con el club y con la ciudad en general. Me han tratado muy bien. Ávila es una ciudad tranquila, amable, donde se vive bien, con una calidad de vida muy alta... Me advertían del frío. Soy palentino de nacimiento, burgalés de adopción. Eso no me asusta.

En el día a día, estoy muy contento con el club. En otras situaciones y con otras directivas, con esa situación que hemos vivido, se hubieran puesto nerviosos, apretando las tuercas a jugadores y entrenador, que en la mayoría de las situaciones es contraproducente, porque sólo sirve para crear dudas. Ellos han sabido estar detrás apoyando en positivo y a sumar siempre.

El club quiere que sigas... ¿Quieres seguir?

El club ya me ha manifestado su deseo de que siga al frente del proyecto pero les he frenado.Conviene que todos, yo y ellos, nos sentemos a reflexionar, ver cómo se puede mejorar, los medios con los que vamos a contar...Pero todo eso es cuestión de club. A partir de ahí, yo personalmente prefiero esperar un tiempo. Es muy prematuro. No han terminado las competiciones de todas esas ligas en las que nos movemos muchos entrenadores. Vamos a esperar a que acaben todas, que será mes y medio. Una vez termine, yo también tendré en cuenta de entren todas las elecciones la que más me atraiga, aunque Ávila será una opción preferente. Ellos lo saben.Me he ganado el derecho a elegir. No engaño a nadie. Quiero ser honesto y claro.Escucho a todo el mundo, no cierro ninguna puerta y en cuanto pueda decidiré sin engañar a nadie, eligiendo lo que más me atraiga en cuanto a motivaciones deportivas, que es lo que ya últimamente ambiciono.Conocer personas, sitios, clubes...Para mi la categoría es secundario. Por ese privilegio que ya tengo de poder elegir, prefiero esperar a ver qué opciones me depara el futuro.

Hemos pasado de competir en LEB Plata por el ascenso a Oro a vernos en EBA peleando por evitar el descenso... ¿Debe el Óbila sentarse y reflexionar sobre lo que ha pasado este año y lo que quiere?

En ocasiones es complicado aunar las ambiciones deportivas y el aspecto económico que te permita la posibilidad de dar respuesta a lo deportivo. Pero es verdad que en esta situación el Óbila debería plantearse un equipo que fuera competitivo, sin ambicionar un ascenso que luego te haga crear falsas expectativas que desilusionen. Debería ser un equipo para disfrutar del baloncesto y hacer disfrutar, que sea un equipo peleón, que compita con los de arriba y los de abajo, capaz de encontrar una trayectoria a lo largo del año donde te puedas desenvolver con cierta soltura para no pasar apuros. Yo creo que eso debería ser el objetivo, disfrutar y hacer disfrutar a la afición y la ciudad de Ávila con el baloncesto.A partir de ahí, si pasan uno, dos o tres años y se dan las circunstancias para tratar de dar el salto, vale, pero hoy por hoy es una categoría adecuada para la ciudad y la estructura deportiva del Óbila.