Una 'renuncia' en XAV deja en jaque el gobierno de El Tiemblo

B.M
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Belinda García Gómez decidió dejar su acta de concejala pero después revocó su decisión. Entre estos dos pasos, y tras fallar un primer Pleno de urgencia, se convocó uno extraordinario en el que se dio cuenta de la renuncia, según ratifica el alcalde

Una ‘renuncia’ en XAV deja en jaque el gobierno de El Tiemblo

La gobernabilidad en El Tiemblo se ha vuelto aún más complicada de lo que ya estaba tras la 'renuncia' de una de las concejalas de Por Ávila, partido que dirige el Ayuntamiento, y su posterior decisión de echarse atrás para pasar a ser concejala no adscrita. Estos pasos se vieron envueltos en dos plenos, uno de los cuales no llegó a desarrollarse y un segundo en el que se dio cuenta de la renuncia a pesar de las protestas que se podían escuchar.

Para entender lo que está sucediendo en El Tiemblo hay que echar la mirada atrás y ver el resultado de las últimas elecciones municipales. La composición del Ayuntamiento quedó con tres concejales de Por Ávila, tres de Nuestra Tierra, dos del Partido Popular, dos de Vox y uno del PSOE. Por tanto, un Ayuntamiento muy abierto en el que no se llegó a pactos entre las formaciones para la investidura, que finalmente fue para Por Ávila con sus tres concejales, aunque en esa votación tuvo el apoyo del representante del PSOE. Aún así, en la actualidad Por Ávila está gobernando sin que haya ningún pacto, lo que supone contar con tres de los 11 concejales.

Lo que ya de por sí era una situación complicada se volvió aún más cuando hace unos días una de las tres representantes del partido amarillo, Belinda García Gómez,  presentó su renuncia al cargo de concejala del Ayuntamiento y sus funciones delegadas. Lo hizo con una exposición en la que asegura que renuncia por «diferencias insalvables con el actual equipo de gobierno basadas en incoherencias programáticas y de gestión, falta de transparencia e información sobre actuaciones y acuerdos en comisiones informativas, situaciones de menosprecio y desautorización en las competencias que me fueron delegadas, coacciones, presiones y ataques personales por no compartir las directrices en cuanto a pactos de gobierno» por lo que, señala el escrito, se ve «obligada a renunciar al cargo de concejala del grupo municipal Por Ávila».

En ese punto se convocó un pleno urgente para aceptar esta renuncia que, por motivos formales en la convocatoria, no se pudo desarrollar porque no se aceptó la urgencia.

Aquí es cuando la situación da un cambio porque, según explica la propia concejala, la renuncia había llegado porque se la «llenó el vaso» con los «problemas internos», pero tras registrarla empezó a recibir llamadas «de gente diciendo que no me fuera, que habían confiado en mí» por lo que finalmente decidió revocar su decisión. Lo hace con un escrito señalando que tras el pleno «donde la corporación no ha sido informada de mi escrito anterior. Y siendo el resto de los concejales conocedores de la situación vivida estos últimos meses dentro del equipo de gobierno» había «recibido el apoyo necesario» para tomar la decisión de revocar «la dimisión presentada» y mantener el acta de concejal «para así poder seguir trabajando por el pueblo como concejal no adscrito».

En este momento se produce un problema puesto que ella consideraba que el Pleno no cumplió su propósito, ya que insiste en que «no dio tiempo a leer la renuncia» y, por tanto, no se tomó conocimiento, por lo que pensó «que no celebrarían otro pleno o lo desconvocarían». 

Parece, por tanto, ser un problema de tiempos puesto que ella quitó la renuncia al día siguiente pero en el anterior, tras el pleno que no se pudo hacer, el alcalde, Arturo Varas, ya había convocado (tras finalizar la sesión 'urgente') el Pleno extraordinario para aceptarla. Un Pleno que finalmente se celebró  tomando conocimiento de la renuncia, nada más.

Lo que se dice desde el Ayuntamiento es que en este Pleno extraordinario se dio cuenta de la renuncia, según el único punto del orden del día del pleno extraordinario y señalan que en un pleno extraordinario no hay ruegos ni preguntas ni intervenciones. En ese pleno, insisten, se utilizó la información que ya estaba registrada (la renuncia, que era por lo que se convocaba el pleno) porque e pleno era para dar cuenta de la renuncia.

Por parte del alcalde de El Tiemblo, sin entrar en la cuestión del problema surgido con la concejala, se indica que lo único qué él hace es «relatar los acontecimientos según ocurrieron» indicando que el «el pasado martes, 24 de octubre, tuvo lugar un pleno extraordinario en el que se trataba, como punto único, la 'Toma de conocimiento del Pleno municipal de la renuncia presentada por la concejala doña María Belinda García Gómez'. Esta sesión extraordinaria fue convocada el día 19 de octubre, tal y como figura en el mismo documento del orden del día, en el lateral izquierdo de la hoja donde aparece el día del registro de dicha convocatoria, a la vista de todos».

«Este pleno, con el mismo punto del orden del día, se iba a celebrar el pasado jueves, 19 de octubre, como sesión extraordinaria urgente. Para dicha celebración es necesaria la votación de la urgencia, que no salió adelante debido a los votos en contra de la oposición, por lo que en esa mismo acto, que concluyó tras la votación en contra de la urgencia, como alcalde anuncié que convocaría de nuevo un pleno extraordinario para tratar como único punto del orden del día la toma de conocimiento de la renuncia de la señora García Gómez. De hecho, así lo hice poco después de concluir dicho acto, como digo, el mismo día 19», insiste el alcalde, que añade que «todos los concejales tienen ese escrito de renuncia de Belinda» porque «venía en la documentación de la convocatoria del pleno del pasado jueves (que no se celebró) y en el del martes. Era exactamente la misma convocatoria». 

La situación ahora es que tras celebrarse el pleno toda la documentación se remite a la junta electoral de zona dado que, ante una renuncia, exige como documentación el acta del pleno donde se da cuenta de dicha renuncia. A partir de ahí hay que ver qué decisión se toma y qué sucede finalmente con ese puesto de concejala que, de irse al siguiente de la lista de Por Ávila, correspondería a Manuel García Molina.

Por el momento, Belinda García hace referencia a algunas situaciones vividas como que tras el pleno tuvieron que «esperar a la Guardia Civil en la calle» puesto que no se les permitió estar dentro del Ayuntamiento. Se había llamado a la Benemérita para que «levantara un atestado» puesto que está «pensando» en denunciarlo «porque la cosa me parece muy fuerte». Su posición ahora, insiste, es mantenerse como concejala.