Buscar el empoderamiento de las mujeres rurales con problemas de salud mental y la consolidación de sus redes de apoyo. Éste es, a grandes rasgos, el objetivo del proyecto 'Julia, mujeres rurales y salud mental: redes que sanan en espacios rurales', que Faema está llevando a cabo en Arenas De San Pedro y en el que toman parte 15 mujeres.
Este programa, que se enmarca dentro del proyecto de la Federación Salud Mental Castilla y León y que cuenta con la financiación de la Dirección General de la Mujer de la Junta de Castilla y León, ha desarrollado hasta la fecha 69 talleres en la región, en los que han participado 532 mujeres.
«Queremos agradecer a Cruz Roja Arenas de San Pedro el trato recibido y también la cesión de un espacio donde poder desarrollar dichos talleres. Encontrar un buen lugar para la realización del taller es muy importante ya que se convertirá en un espacio seguro para las participantes», señala Inma Pose, directora general de Faema, que conoce el objetivo principal de esta actividad: fomentar la creación de las redes sociales y de sororidad entre mujeres, como punto de partida para seguir alcanzando esas cuotas de empoderamiento femenino necesarias para garantizar su bienestar y sus derechos fundamentales.
«Desde la asociación Faema Salud Mental Ávila y sus delegaciones, trabajamos día a día con la población del medio rural y, por ello, somos conscientes «de la necesidad que existe entre muchas mujeres de encontrar espacios seguros donde expresarse y compartir redes de sororidad y empoderamiento», explica Pose.
Este proyecto nació en 2018 «con el objetivo de dar respuesta a las necesidades y demandas de las mujeres rurales con problemas de salud mental, las cuales pudimos recoger a partir del estudio 'Mujer y Salud Mental'. Necesidades, demandas y propuestas realizado previamente, y que nos marcó la hoja de ruta a seguir dentro del movimiento asociativo respecto a la atención a las mujeres», apunta por su parte Patricia Quintanilla, responsable del Área de Mujer e Igualdad de la Federación Salud Mental CyL.
Desde el movimiento asociativo Salud Mental Castilla y León, integrado por once asociaciones y 21 delegaciones rurales, se trabaja día a día con la población del medio rural y, por ello, son conscientes «de la necesidad que existe entre muchas mujeres de encontrar espacios seguros donde expresarse, y a la vez encontrar ese modelo de par con el que se identifican y la vez con quien comparten y generan esa red de apoyo y seguridad», explica Quintanilla.
«Ahora más que nunca hemos puesto todo nuestro empeño en dar continuidad a este proyecto cuyo principal objetivo es fomentar la creación de las redes sociales y de sororidad entre mujeres, como punto de partida para seguir alcanzando esas cuotas de empoderamiento femenino necesarias para garantizar su bienestar y sus derechos fundamentales», añade.
Después de cinco años de desarrollo del proyecto, desde la Federación Salud Mental Castilla y León se apostó por realizar un estudio de impacto del mismo, «con el objetivo de saber el verdadero impacto que estaban teniendo los talleres entre las mujeres del medio rural y saber si se debía seguir reforzando una acción de este tipo», recuerda Quintanilla.
A través de ese trabajo, se pudo concluir que el proyecto JULIA ha alcanzado el efecto transformador que se buscaba. «Las participantes afirman haber salido de su aislamiento y haber hecho frente a esa soledad no deseada al hacerlas partícipes en la comunidad; han mejorado su salud mental con reducción de su sintomatología; reconocen el privilegio de contar con un espacio seguro donde poder hablar y ser escuchadas; han mejorado su autopercepción con el consiguiente cambio de actitud frente a la vida; han mejorado su empoderamiento y han podido hacer frente a sus miedos, y especialmente han creado redes de apoyo que trascienden al proyecto y perduran en el tiempo», aplaude la responsable del Área de Mujer e Igualdad de la Federación Salud Mental.