Dos semanas después de que la barriada celebrara la festividad de Nuestra Señora de Las Vacas, este domingo los vecinos de este popular barrio volvieron a salir en procesión, en este caso para festejar la Santísima Trinidad, poniendo así el broche a unas fiestas (las segundas de este mes) que arrancaron el jueves y que aparte de actos religiosos también han contado con verbenas y actuaciones musicales. Y es que las dos fiestas que los vecinos de Las Vacas celebran en el mes de mayo  son las dos más importantes de este barrio con la diferencia de que la primera es una fiesta más abierta, que se comparte y se vive por toda la ciudad, y la segunda se celebra de forma más interna. «Es una fiesta más familiar, más del barrio», reconocía AnaMartín, presidenta del Patronato de la Santísima Trinidad, Santísimo Cristo de la Ilusión y Nuestra Señora de las Vacas, al hablar de unos festejos que este domingo vivieron su día grande con la celebración de misa y posterior procesión que, a diferencia de la del segundo domingo de mayo, se ciñe a las calles de este barrio y en la que se recuerda el origen de este patronato y como al mismo en el siglo XV se unió la hermandad de la Santísima Trinidad cuya sede se encontraba muy cerca de la actual ermita de Las Vacas. 

Poco antes de mediodía, tras finalizar la misa y al son del Himno de España, la Virgen de Las Vacas abandonaba su ermita y lo hacía luciendo un precioso manto blanco cuya elección en este día siempre recae en la presidencia. Un manto que en esta ocasión era el que con el vestido de novia de la hermana de Ana Martín se confeccionó hace años con la intención de donarlo a la Virgen. «Una elección llena de significado», reconocía la presidenta de este patronato que en esta procesión no solo elige qué manto lleva la Virgen sino también es la encargada de encabezar una procesión en la que Nuestra Señora de Las Vacas portada a hombros por sus mozos realiza una visita a todos los vecinos del barrio, haciendo además parada en muchas casas donde los hermanos del patronato la esperan con evidente emoción. 

Como es habitual, la procesión también incluyó sendas paradas en los patios de dos colectividades de la calle Doctor Jesús Galán donde los mozos, cumpliendo con la tradición, bailaron a la Virgen, en el que es sin duda otro de los momentos más emotivos de estas fiestas. 

La Virgen de Las Vacas visita a sus vecinos - Foto: Isabel GarcíaAparte de los muchos fieles que acompañaron a la Virgen de las Vacas durante este recorrido por las calles del barrio otros muchos la fueron recibiendo al paso a las puertas de sus casas, e incluso desde los balcones, durante un desfile procesional en el que fueron varias las ocasiones en las que la imagen fue objeto de ¡vivas!. 

En este recorrido por su barrio, que estuvo amenizado por el grupo Filigranas y la banda de música de El Escorial,  no faltaron tampoco los baños de pétalos al paso de la imagen que durante este recorrido hace multitud de paradas para visitar a sus fieles, siendo muchos los que esperan la llegada de la Virgen para hacerse una foto, especialmente con sus hijos y nietos y con el objetivo de inmortalizar un momento muy especial para los devotos de esta imagen mariana. 

Tras la procesión, y la posterior subasta de banzos y regalos, la jornada festiva, con la que se cierran las fiestas de la Santísima Trinidad, incluye también una comida de hermandad en la Plaza de las Vacas y, ya por la tarde, la actuación musical del dúo Dos Perros. El día terminará con discoteca móvil. 

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