Las Jornadas de Archivos e Investigación que acoge el Archivo Histórico Provincial por primera vez pasarán a llamarse Jornada de Archivo e Investigación José Luis Gutiérrez Robledo en homenaje a este profesor e investigador cuya familia, además, cedió al archivo su voluminosa biblioteca, con más de 5.000 volúmenes todavía en proceso de organización. El jefe del Servicio Territorial de Cultura, Alejandro Núñez, fue el encargado de anunciar este cambio de nombre y también de llevar a cabo la inauguración de estas jornadas que, durante el mes de octubre, incluirán un ciclo de conferencias cuyo objetivo es destacar el valor del patrimonio histórico y cultural de Ávila.
Núñez destacó la figura de Gutiérrez Robledo como a «una persona que ha dedicado una parte muy importante de su vida a conocer, a estudiar, a divulgar y a proteger el patrimonio histórico artístico». Sobre los archivos, señaló el papel que juegan con documentos que proceden muchas veces de los particulares, instituciones o entidades jurídicas y que en origen se generan con una finalidad concreta, ya sea administrativa o simplemente comercial, por ejemplo. Sin embargo, «a medida que transcurre el tiempo pasan a ser fondos documentales y al experimentar la técnica archivística adquieren otra dimensión» pasando a ser «una fuente importante para la defensa de nuestros derechos civiles y para la investigación histórica. Y sobre todo para la autenticidad histórica de cualquier relato».
Y eso es de lo que se va a hablar en las jornadas que comenzaron este miércoles, «de la mano de investigadores actuales, que nos van a contar cómo se han desarrollado sus trabajos» y que, además, en todos los casos están vinculados con Ávila.
Entre las conferencias, la jornada se abrió con la de María Teresa Calvo Jiménez, licenciada en Geografía e Historia y maestra jubilada. Con una amplia experiencia en la labor investigadora, habló de la 'Tahona de la Espina' y de algunas de las conclusiones de sus estudios. Al respecto, señaló que el proceso empezó cuando los del hotel Las Leyendas querían un terreno más para el establecimiento y compraron la casa que había sido de sus suegros. Como tenían datos de la casa comenzó la investigación y buscó el origen, pudiendo llegar hasta 1750, el Catastro de Ensenada. Entonces la tahona ya funcionaba y luego ha podido estar hasta 1920 ó 1930. Además, pudo descubrir el nombre porque estaba en una tabla de la casa, en el tiempo de Pedro Alonso de la Espina y de ahí el nombre de Tahona de la Espina. Actualmente se conserva la tabla, el horno y algunas piedras y columnas.
En el acto se contó con la presencia de la viuda de Gutiérrez Robledo, Lucrecia Jiménez, que señaló que la cesión de la biblioteca del investigador se hace «porque es el mejor sitio para que se conserve y se pueda consultar».
Carmen López Sanchidrián, directora del archivo, destacó que una de las tareas que tiene encomendadas el archivo es dar a conocer los fondos documentales y así se ve con estas jornadas que todavía tienen citas. La siguiente conferencia será la de Miguel Ángel Bringas Gutiérrez, doctor en Historia Contemporánea y profesor de Historia e Instituciones Económicas, que hablará de 'Explorando el archivo histórico provincial de Ávila: el catastro de Martín de Garay, 1818-1820'. Será este viernes a las 19,00 horas en el propio archivo.